El encuentro en Minsk con participación de los líderes de Rusia y Ucrania y fijado para el 26 de agosto servirá para paliar del conflicto ucraniano, declaró el presidente de la Duma de Estado (cámara baja del Parlamento ruso), Serguéi Narishkin.
“La reunión en Minsk es una de las etapas de la distensión del conflicto”, dijo.
Anteriormente se anunció que los presidentes de Bielorrusia, Kazajstán y Rusia se reunirán el 26 de agosto en Minsk con el jefe del Estado ucraniano, Petró Poroshenko. Al encuentro, que se centrará en las relaciones de la Unión Aduanera con Kiev, asistirán también representantes de la Unión Europea.
Todavía se desconoce si los mandatarios ruso y ucraniano mantendrán un cara a cara en Minsk.
“El presidente (Putin) tiene previstas varias reuniones bilaterales en Minsk. Si se organizan unas negociaciones (con el presidente ucraniano) lo anunciaremos aparte”, dijo al respecto el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Por su parte, el jefe adjunto de la administración de Poroshenko, Valeri Chali, manifestó que la reunión de Minsk podría ser “el comienzo de unas negociaciones reales para resolver la crisis ucraniana”.
