El primer ministro argentino, Jorge Capitanich, confía en que el embargo agroalimentario con que Moscú respondió a las sanciones de Occidente ofrece a su país la oportunidad de ampliar las exportaciones al mercado ruso.
"Eso genera (…) una perspectiva para incrementar el volumen de nuestras exportaciones, para solidificar y mejorar el intercambio comercial con Rusia y generar un flujo incremental de divisas para el país durante el período 2014-2015", dijo Capitanich en rueda de prensa.
El jefe del gabinete argentino opina que "se abre un sendero, una ventana de oportunidad por casi 18.000 millones de dólares, y en este contexto la República Argentina ratifica su posición de abastecer con alimentos a 400 millones de habitantes hoy y ser el quinto exportador mundial".
El ministro ruso de Agricultura, Nikolái Fiódorov, dijo anteriormente, tras reunirse con su homólogo argentino, Carlos Casamiquela, que Rusia podría aumentar un 50% o hasta un 100% las importaciones de los productos del agro de Argentina para sustituir la carne, las manzanas y las peras europeas y estadounidenses sujetas al embargo.
El pasado 20 de agosto, las partes firmaron un memorando sobre el suministro a Rusia de la carne de res argentina de textura marmórea.
Debido al embargo impuesto por Moscú a las importaciones de productos de EEUU, los países de la UE, Canadá, Australia y Noruega en respuesta a sus sanciones contra Rusia, el país recibirá un millón de toneladas menos de manzanas y peras procedentes de Europa.
Los argentinos están dispuestos a suministrar hasta dos millones de toneladas de estas frutas y al menos 200.000 toneladas de carne de aves, compensando en parte las 330.000 toneladas que Rusia recibía de la UE y EEUU.
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia aseguró este jueves que Moscú hará cuanto esté a su alcance para profundizar las relaciones económicas y comerciales con los países de América Latina, y valora altamente su actitud positiva.
Rusia restringió por un año la importación de alimentos de EEUU, la UE, Australia, Canadá y Noruega en respuesta a las sanciones que Occidente le impuso por su actuación en la crisis de Ucrania. La lista negra incluye principalmente productos cárnicos, avícolas, lácteos, pescado, mariscos, frutas y verduras.
