El viceministro ruso de Exteriores, Serguéi Riabkov, rechazó hoy las acusaciones de que Rusia haya cometido una violación de las normativas internacionales al introducir en el territorio de Ucrania su caravana de camiones con la carga humanitaria.
"Apelar ahora a las normas internacionales que siempre hemos acatado y seguiremos acatando es hacer pagar a justos por pecadores. Actuamos en plena consonancia con el derecho internacional humanitario. No podemos tolerar más las penurias de la población que vive en el rebelde sureste de Ucrania", señaló el vicecanciller, citado por la web de Exteriores.
La Cancillería rusa señaló que precisamente Kiev hizo en los últimos días todo lo que estaba a su alcance para impedir la llegada de la acción humanitaria, respaldado, al parecer, por sus socios occidentales, inventando un sinfín de pretextos y barreras burocráticas. “Destruirlos resultó más difícil que para nuestros camiones transitar por las carreteras destruidas por el impacto de proyectiles ucranianos”, destacó el comunicado.
La parte ucraniana paró el trámite aduanero y fronterizo el 21 de agosto bajo pretexto de la creciente intensidad del fuego de artillería cerca de Lugansk, señaló anteriormente la cancillería rusa y supuso además que Kiev daba largas al asunto porque “se propuso el objetivo de ‘limpiar’ Lugansk y Donetsk para el Día de la Independencia nacional, el 24 de agosto”.
