El secretario general de la OTAN, Anders Fogh Rasmussen, condenó este viernes la entrada del convoy humanitario ruso en Ucrania y denunció los ataques de la artillería rusa contra las tropas ucranianas desde el territorio de Ucrania; también el Pentágono criticó duramente esta incursión.
"Condeno la entrada del llamado convoy humanitario ruso en el territorio de Ucrania sin el consentimiento de las autoridades ucranianas y sin participación del Comité Internacional de la Cruz Roja", declaró Rasmussen al calificarlo de "otra violación de la soberanía de Ucrania por parte de Rusia".
Esta incursión, según el jefe de la OTAN, es aún más preocupante porque coincide con la creciente implicación militar de Rusia en el este de Ucrania, incluido el uso de tropas.
"Se suma a ello el apoyo de la artillería rusa que se usa contra las tropas ucranianas, tanto a través de la frontera como desde el interior de Ucrania", indica Rasmussen en una declaración publicada en la web de la OTAN.
También el Pentágono censuró en términos contundentes la entrada de la caravana humanitaria rusa en el este de Ucrania.
"Es una violación de la soberanía y la integridad territorial de Ucrania por parte de Rusia", dijo el portavoz del Departamento de Defensa de EEUU, contralmirante John Kirby,
El militar afirmó que "Rusia debe retirar inmediatamente sus vehículos y su personal del territorio de Ucrania". Si no lo hace, se verá aún más aislada y tendrá que cargar con mayores costes, advirtió en una conferencia de prensa.
El Gobierno de Kiev y varias naciones de Occidente acusaron a Rusia en reiteradas ocasiones de concentrar sus tropas en las zonas fronterizas con Ucrania, sin presentar evidencias hasta la fecha.
El Ministerio ruso de Exteriores y el de Defensa calificaron esas acusaciones de infundadas. Tampoco las numerosas inspecciones internacionales detectaron algún tipo de infracciones por parte de Rusia en estas regiones.
