La reunión en Minsk entre los líderes de la Unión Aduanera (Bielorrusia, Kazajstán y Rusia) y altos representantes de la Unión Europea con el mandatario de Ucrania, Petró Poroshenko, demostró que Europa de hecho reconoce la legitimidad del líder bielorruso, Alexandr Lukashenko, opina el profesor de la Universidad Estatal de Relaciones Internacionales de Moscú (MGIMO), Kiril Koktish.
"De hecho, Europa constata que el régimen de Lukashenko es bien europeo y la retórica sobre su dictadura se olvidará pronto", señala el experto y agrega que Minsk reúne todos los requisitos para convertirse en el centro de integración en Europa del Este.
Según Koktish, al comparar el régimen en Ucrania con el en Bielorrusia, éste último parece "vegetariano" y Lukashenko mismo puede considerarse demócrata tomando en cuenta que todas las protestas en Bielorrusia no dejaron ni una sola víctima mortal.
La reunión en la capital bielorrusa demostró el afán de Minsk de convertirse en líder en Europa del Este. Después lo sucedido en Ucrania y tras la firma por Kiev del acuerdo de asociación y libre comercio con la UE, la estructura misma de la Asociación Oriental quedó comprometida.
"En este sentido podemos decir que la Asociación Oriental está más muerta que viva", comentó el experto. No obstante, a su juicio, tal estructura pueda existir siempre y cuando integre a Rusia como parte del diálogo y al mismo tiempo, a los países de Europa del Este.
Según el profesor de la Escuela Superior de Economía, Andrei Súzdaltsev, el presidente de Bielorrusia espera recibir altos dividendos por su misión mediadora en el arreglo de la crisis ucraniana.
De hecho, al apoyar el golpe de Estado en Ucrania en febrero, reconocer al presidente interino de Ucrania, Alexandr Turchinov, así como al actual presidente, Petró Poroshenko, Lukashenko espera EE UU y EU respalden su posible reelección en las presidenciales de 2015, opina Súzdaltsev.
