La masacre de la población y las violaciones de derechos humanos en Donbás son ignoradas por Bruselas, Washington y diversas ONG que sólo ven “supuestas violaciones del derecho humanitario internacional” cometidas por las milicias del este de Ucrania, declaró el encargado de Derechos Humanos del Ministerio de Exteriores ruso, Konstantín Dolgov.
“¿Acaso no estamos presenciando un doble rasero? ¿Dónde está la valoración profesional e imparcial del estado real de los derechos humanos y de la situación humanitaria en Ucrania?”, se preguntó Dolgov.
El funcionario llamó a Occidente a acabar con los “juegos” en torno a la ayuda humanitaria rusa a Ucrania y presionar a Kiev para que arregle la situación de los derechos humanos en el sureste del país.
Kiev lanzó a mediados de abril una “operación antiterrorista” contra las milicias de Lugansk y Donetsk, regiones que se rebelaron contra el Gobierno central formado en febrero pasado.
Según los últimos datos de la ONU correspondientes al 19 de agosto, el conflicto causó 2.249 muertos y 6.033 heridos. La cifra de desplazados internos alcanzó los 190.000; otras 207.000 personas encontraron refugio en Rusia.
El 12 de agosto, de la provincia de Moscú partió hacia la provincia de Lugansk, en el este de Ucrania, un convoy de 280 camiones KamAZ con 400 toneladas de granos, 100 toneladas de azúcar, 54 toneladas de fármacos e instrumental médico, 12.000 sacos de dormir y 69 generadores eléctricos. El viernes pasado el convoy arribó a Lugansk y el sábado volvió a Rusia.
