Naciones Unidas ha confirmado que 43 cascos azules han sido capturados por un grupo armado sirio en la frontera entre Siria e Israel y que 81 soldados más están atrapados en medio de los combates entre rebeldes y el Ejército sirio por conseguir el control del paso fronterizo de Quneitra, que estaba en manos del régimen sirio hasta que los rebeldes se lo arrebataron ayer.
La oficina del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha indicado en un comunicado que los cascos azules, que serían filipinos, han sido arrestados esta mañana en la parte siria de la frontera en los Altos del Golán “en un período de combates crecientes entre grupos armados y las fuerzas armadas sirias”. Otros 81 cascos azules “están ahora limitados en sus posiciones en la zona de Al Ruwaihinah y Buraiqah”, cerca de la frontera, según el comunicado.
Las facciones islamistas Ahrar a-Sham y Jama'a Bait al-Maqdis, así como algunas facciones del Ejército Libre Sirio (ELS) participan en la ofensiva de Quneitra y podrían haber secuestrado a los soldados, según algunas fuentes locales. Otras apuntan a que podrían estar retenidos por el Frente al Nusra, grupo islamista.
Los cascos azules pertenecen a la fuerza internacional (FNUOS) que supervisa la zona de separación entre Israel y Siria, una estrecha franja de tierra de70 kilómetros que va desde el monte Hermón, en la frontera libanesa, hasta la frontera del río Yarmouk con Jordania.
Los Altos del Golán son una meseta que se encuentra en la frontera entre Israel, Líbano, Jordania y Siria. Durante la guerra de 1967, Israel ocupó una parte de los Altos del Golán que pertenecían a Siria y anexó ese territorio en 1981. Desde 1974, la fuerza de paz de la ONU controla el alto al fuego entre Israel y Siria en esa zona.
