El jefe de la policía de South Yorkshire, norte de Inglaterra, ha reconocido los continuos "fallos" en la protección de menores que ha cometido este servicio durante más de una década.
"El informe sobre explotación sexual infantil en Rotherham deja al descubierto los fallos de la policía a lo largo de los años", ha admitido el superintendente David Crompton.
La investigación ha descubierto 1.400 casos de niñas que fueron violadas y sometidas a la prostitución por residentes de Rothertham, la mayoría de origen paquistaní. El número de víctimas puede ser incluso mayor en tanto que las pesquisas solo cubrieron un abanico temporal desde 1997 a 2013.
No solo la policía falló a este numeroso grupo de jóvenes, algunas menores de 11 años. El informe de la profesora Alexis Jay también llama la atención sobre la desidia e incompetencia de las autoridades políticas locales y los servicios sociales del distrito.
Los depredadores sexuales escogían a sus presas entre las más vulnerables de la sociedad: niñas blancas que tenían problemas con sus familias o residían en centros de acogida. Les engañaban hasta ganar su confianza y su cariño para proceder poco después a su explotación sexual. "Es un informe difícil de leer", ha admitido el jefe de policía.
Con tortura sistemática y amenazas de violar a otros miembros de la familia, los abusadores conseguían el silencio de las pequeñas. Y nadie creyó a las que tuvieron valor para presentar una denuncia o desvelar su infierno. Ni la policía, ni los asistentes sociales ni los maestros les reconocieron como víctimas.
Se les identificó, en cambio, como niñas problemáticas, que abusaban del alcohol y las drogas. También como adolescentes promiscuas pese a que todas estaban en edad escolar y algunas acaban de cumplir 11 años.
La profesora Jay sospecha además que el ayuntamiento de Rotherham ignoró algunos casos por miedo a suscitar quejas de racismo contra la comunidad asiática de la población.
Desde la publicación de los resultados de la investigación crece la presión contra agentes de policía y cargos municipales activos en Rotherham hasta 2013. Pero salvo contados individuos que han dimitido de sus puestos públicos, nadie asume la responsabilidad de la desprotección de las menores de esta ciudad del norte de Inglaterra.
