El ministro de Defensa filipino, Voltaire Gazmin, ha alertado de que los 75 cascos azules filipinos atrapados en la frontera entre Israel y Siria “están siendo atacados” por rebeldes sirios. Gazmin ha dicho que el ataque ha empezado la mañana de este sábado, pero no ha dado detalles sobre si había víctimas mortales o heridos.
Unas horas antes de que se produjera este anuncio, Naciones Unidas había indicado en un comunicado que tanto los soldados filipinos atrapados como los 44 cascos azules de Fiji retenidos por los rebeldes, se encontraban bien de salud y a salvo. La ONU había asegurado que los rebeldes los habían retenido “por su propia seguridad”.
Los cascos azules capturados pertenecen a la Fuerza de la ONU de Observación de la Separación (FNUOS), que supervisa la frontera entre Siria y el Líbano en los Altos del Golán desde 1974, tras la guerra de 1973. Una parte de los Altos del Golán, territorio sirio, está ocupada y anexionada por Israel.
Los soldados de la ONU fueron retenidos por rebeldes sirios -presuntamente por el Frente al Nusra, vinculado a Al Qaeda- en medio de los combates entre estos y el Ejército sirio para conseguir el control del paso fronterizo de Quneitra, que estaba en manos del régimen sirio hasta que los rebeldes se lo arrebataron esta semana.
