Manifestantes pakistaníes que exigen la renuncia del primer ministro Nawaz Sharif llegaron esta mañana frente a su residencia en Islamabad, informó Reuters.
Las protestas contra el Gobierno continúan en la capital pakistaní desde hace más de dos semanas y, según medios de información, han cobrado ya la vida de tres personas y causado heridas a más de 400.
Este lunes, los manifestantes, muchos de ellos con bates de madera, irrumpieron en el barrio gubernamental de Islamabad. La policía usó gas lacrimógeno, pero por ahora no ha logrado dispersar la multitud.
Un grupo de participantes de las protestas asaltó también la sede del canal de televisión PTVб que dejó de emitir durante un tiempo.
“Han golpeado a empleados de PTV que cumplían su deber profesional”, denunció un presentador de la cadena momentos antes de que se cortara la emisión.
Posteriormente, el Ejército pakistaní tomó el control de la televisión y expulsó a los manifestantes de su sede, después de lo cual PTV volvió a la pequeña pantalla.
La oposición pakistaní acusa a Sharif de corrupción y falsificación de los resultados electorales y exige su renuncia. La alta tasa de desempleo y los cortes de luz diarios también juegan contra el Gobierno y aumentan el descontento popular.