Tres peligrosos presos han escapado de una cárcel china en la norteña provincia de Heilongjiang, en lo que supone una de las escasas fugas registradas en las seguras prisiones chinas.
Los presos escaparon a primera hora de la mañana del penal del condado de Yanshou (a dos horas de Harbin, la capital provincial) después de matar a un guardia y cambiar sus vestimentas reglamentarias de internos por chaquetas y camisas de policía, según la prensa local.
Medios oficiales han asegurado que la policía encontró horas después a dos de ellos en un embalse situado a dos kilómetros del centro penitenciario, mientras el tercero sigue sin aparecer.
Los escapados son Gao Yulun, de 50 años y sentenciado a muerte; Wang Damin, de 35 años, acusado de asalto con resultado de muerte; y Li Haiwei, de 29 años y culpable de asesinato. El Diario del Pueblo no ha especificado si los dos últimos ya han sido juzgados ni cuál de los tres ha conseguido por ahora burlar el cerco policial.
Las autoridades del área de seguridad pública de Heilongjiang han ofrecido una recompensa de 100.000 yuanes en efectivo (más de 16.000 dólares) a los que suministren información que ayude a la captura del fugitivo. Las cárceles chinas someten a los presos a una estricta disciplina y vigilancia, por lo que las fugas son muy raras. China cuenta con la segunda mayor comunidad carcelaria del mundo, con 1.600.000 presos.
Estados Unidos, con una población total de apenas la cuarta parte de China, ocupa el primer lugar con 2.300.000 presos. Les siguen Rusia, Brasil e India, según el Centro Internacional para Estudios Penitenciarios.