El Ejército sirio ha lanzado una serie de ataques contra la localidad de Raqqa, feudo del grupo yijadista Estado Islámico (EI) y ha matado a al menos 25 personas, muchas de las cuales han muerto a causa de un misil que cayó en una panadería llena de clientes.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), ONG basada en Londres pero que se nutre de la información que le facilitan activistas que se encuentran en Siria, explicó que se produjeron ocho bombardeos de la aviación siria que destruyeron parcialmente algunos edificios y varios coches, además de dejar sepultadas a varias personas bajo los escombros.
Entre los muertos hay al menos 16 civiles y nueve combatientes del Estado Islámico (EI), según el OSDH. La mayoría de los civiles murieron en el ataque a la panadería, situada en una calle comercial muy concurrida. Hubo muchos heridos, algunos graves, y se espera que el número de víctimas mortales aumente. Según el OSDH, la panadería pertenecía a miembros del ISIS.
Los ataques de la aviación siria en Raqqa, al norte de Damasco, también alcanzaron un edificio utilizado como tribunal islámico y un bloque de oficinas. “Raqqa está siendo arrasada lentamente”, explicó un activista que dijo llamarse Abu Ibrahim y que aseguró haber visto en la morgue de un hospital de la ciudad los cadáveres de ocho miembros de una misma familia muertos en el bombardeo a la panadería.
El EI expulsó a las fuerzas gubernamentales de la provincia de Raqqa en agosto, después de que sus combatientes se hicieran con el control de una base aérea y capturaran y ejecutaran a decenas de soldados sirios.
