La justicia militar israelí abrió cinco causas penales y está considerando tomar la misma decisión sobre unas cuantas decenas de episodios más tras examinar las acciones de los soldados y los oficiales que participaron en la operación de 50 días en la Franja de Gaza, informó el servicio de prensa del Ejército de Defensa de Israel.
La fase más sangrienta de la operación en la Franja de Gaza se saldó con la muerte de más de 2.100 civiles palestinos y 73 israelíes. El 26 de agosto un alto el fuego sin término puso fin a la ofensiva que ahora se podría denunciar ante tribunales internacionales. El Consejo para los Derechos Humanos de la ONU ya ha formado una comisión especial al respecto.
La fiscalía militar investigó las numerosas muertes de civiles y los bombardeos de instalaciones de la ONU, así como los casos de maltrato de prisioneros y de saqueo.
“Los materiales de las inspecciones internas militares muestran que existen fundamentos para sospechas razonables que hacen pensar que al lanzar los ataques se infringieron las normas del Ejército de Defensa de Israel. Por consecuencia, el fiscal general del Ejército ordenó (a la policía militar) abrir una investigación penal sobre los incidentes”, dice el comunicado.
Los casos penales que abrió Israel comprenden la muerte de cuatro niños palestinos en una playa de Gaza, el bombardeo de las cercanías de un colegio de la ONU en Jan Yunis donde perdieron la vida 15 civiles, la muerte de una palestina, el maltrato de un adolescente de 17 años y los robos realizados por los militares en el enclave.
El Ejército precisó que las inspecciones que abarcaron un centenar de episodios de la campaña continúan. En algunos casos, las acciones de los militares fueron reconocidas lícitas. En particular, se trata de la muerte de ocho miembros de la familia Kauare en Jan Yunis, ya que volvieron a la vivienda después de que Israel les había advertido del ataque.
