Varios diputados españoles y catalanes ofrecen a Nóvosti su visión de la situación que se vive actualmente en Cataluña, donde una parte de la sociedad pide votar para decidir su permanencia en España frente a otra que quiere seguir en ella.
Todos ponen su mirada en Escocia, explican las diferencias y paralelismos entre los dos procesos y esperan el resultado de la consulta escocesa para ver cómo puede influir en la causa catalana.
"Veo una diferencia esencial entre los dos procesos. En Escocia se va a celebrar un referéndum fruto de una negociación política entre el Gobierno de Escocia y el Gobierno de Reino Unido. Sin embargo, en Cataluña se pretende celebrar un referéndum sin ningún acuerdo previo y además al margen de la legalidad vigente", explica a Nóvosti Joan Rangel, diputado socialista del PSOE en el Congreso de los Diputados de España.
Sin embargo, Joan Miquel Mena, diputado y portavoz de Esquerra Unida i Alternativa (Izquierda Unida y Alternativa) en el Parlamento de Cataluña, asegura a Nóvosti que la principal diferencia que hay es la actitud del Gobierno central. "Mientras el Reino Unido tiene la voluntad de aceptar la opinión de una parte del pueblo escocés, facilitando una consulta en esos términos, en el Estado español, el gobierno conservador del Partido Popular, le tiene cierta alergia a la democracia, a que los pueblos puedan decidir libremente de qué manera se quieren organizar políticamente en el futuro".
Mena explica que "el Gobierno de España tuvo la oportunidad de poder votar en el Congreso de los Diputados, facilitar la delegación de las competencias en este tipo de consultas, dado que un 80% del Parlamento de Cataluña lo solicitó. Tanto el PP como los socialistas votaron en contra y lo hicieron de una forma de bloqueo a lo que nosotros entendemos que tiene que ser la democracia".
Por otra parte, el líder del partido progresista Podemos, Pablo Iglesias, explica a Nóvosti que su partido "siempre defiende que votar es bueno". "Los demócratas -añade- entendemos que la mejor forma de resolver los problemas es preguntando a la gente". "Es una cuestión de voluntad política, el Reino Unido es ejemplo de que si existe voluntad política el Derecho se puede adaptar a cualquier circunstancia", concluye.
La influencia de Escocia en Cataluña
"Nosotros creemos que el resultado de Escocia en un sentido u en otro puede ser utilizado por algunos partidos, pero no tendrá una repercusión directa", avanza el diputado socialista Joan Rangel a Nóvosti.
Sin embargo, el parlamentario de Izquierda Unida asegura que "lo interesante de la consulta en Escocia será el hecho de que finalmente se pueda ejercer el derecho a votar". Dará empuje al proceso en Cataluña. "Podemos reflejarnos en el espejo de Escocia y ver que allí sí han sido capaces de votar", señala Mena. Pero en Cataluña "el Gobierno central de Mariano Rajoy intentará vetarlo con todas las consecuencias". El diputado añade que "la actitud" de los conservadores al vetar continuamente la "voz de la independencia en Cataluña" está haciendo "que más gente sienta una desafección hacia la España del Partido popular, que es déspota, inmovilista y centralizadora".
La incertidumbre del referéndum del 9 de noviembre
El referéndum sobre el modelo de Estado en Cataluña está convocado por el Gobierno nacionalista para el 9 de noviembre, con el apoyo de cuatro partidos parlamentarios. Sin embargo, muchos partidos defienden que no se realizará porque no es legal. Mientras el presidente Artur Mas asegura que tiene "todo preparado para la votación", Oriol Junqueras, el líder del independentista Esquerra Republicana de Catalunya, ha llamado "a la desobediencia civil", en caso de que Madrid impida su celebración.
A falta de dos meses y tras una manifestación multitudinaria reclamando "independencia", los partidos de la oposición tienen posiciones muy dispares, aunque los tres representantes defienden el federalismo como modelo de Estado.
"Yo no quiero que Cataluña se vaya, yo no quiero que Cataluña deje de formar parte de España, pero quién soy yo para imponer a los catalanes mi visión del país. Sí existe un conflicto que se traduce en que una parte muy importante de la sociedad catalana quiere una relación jurídica diferente con el Estado español de la que existe ahora, si es así, que se pregunte a la gente y que la gente diga lo que piensa", afirma en declaraciones a Nóvosti el eurodiputado y líder de Podemos, Pablo Iglesias.
Sin embargo, el diputado de del PSOE "espera" que el 9 de noviembre "prime la sensatez y el cumplimiento de la legalidad. Si el Tribunal Constitucional ha suspendido esa consulta por considerar que es ilegal, no se debe celebrar", explica. "Espero que en Cataluña acabe se imponga el sentido común y reconduzca situaciones a las que nunca debimos llegar", sentencia el socialista que propone para esta situación "diálogo, negociación y pacto".
Sin embargo, Joan Mena, a pesar de que no se declara independentista, defiende la consulta, al igual que Pablo Iglesias. "Creemos que la consulta se tiene que celebrar porque los marcos legales estarán adecuados. El próximo 19 de septiembre el Parlamento autonómico aprueba con el 85% de los diputados la Ley de Consultas. Tendremos un instrumento legal para llevar a cabo el referéndum. Si no se vota, la responsabilidad de vetar la democracia será del Partido Popular", señala a Nóvosti.
"Yo no soy independentista, vengo de una tradición federalista de libre determinación. En mi opinión personal, yo creo que votaré "Sí" en la primera pregunta, porque quiero que Cataluña sea un Estado, pero en la segunda votaré "no", porque no quiero que sea independiente, quiero que sea un estado junto al resto de pueblos de España", afirma Mena.
