El viceministro de Exteriores ruso, Serguéi Riabkov, considera posibles nuevas sanciones de EEUU contra Rusia.
"Tenemos dudas de que las personas responsables de implementar la política de Washington respecto a Rusia y Ucrania interpreten de una manera seria y adecuada lo que está pasando", dijo el diplomático a esta agencia.
Por eso "son muy posibles" nuevas medidas restrictivas contra Moscú, remarcó Riabkov.
Lo más probable es que con estas restricciones Washington intente compensar los fracasos de su propia política exterior, en particular en Ucrania, según el diplomático ruso.
"No veo lógica en las actuaciones de la Administración de EEUU, si no es por el deseo de resarcirse de ciertos fracasos propios en varios regiones, Ucrania incluida", expresó.
Al mismo tiempo, descartó que Moscú dialogue con Washington sobre las sanciones, puesto que las considera ilegales.
"Consideramos que las sanciones unilaterales que se aplican de forma extraterritorial son ilegales y contrarias al Derecho Internacional", insistió el vicecanciller. "No tiene sentido alguno negociar sobre este asunto. No lo vamos a hacer", agregó.
Advirtió de que cualquier nuevo "brote de actividad en este ámbito, sean decisiones de la propia parte norteamericana o intentos de presionar a otros miembros de la comunidad internacional" se considerará como un desafío para Rusia y la reafirmará en su postura.
"La firmeza y la coherencia de nuestra política no deja lugar a dudas. Las sanciones o su ausencia no influyen de ninguna manera en cómo hemos actuado o actuaremos con respecto a Kiev, en qué proponemos y de qué partimos en interés de la estabilización de la situación en el sureste (de Ucrania) y de la puesta en marcha del proceso político interno tan necesario para Ucrania", enfatizó.
A mediados de abril, Kiev lanzó una operación especial en el este de Ucrania, cuyos habitantes, disconformes con el cambio de poder efectuado en febrero pasado, proclamaron las Repúblicas Populares de Lugansk y Donetsk.
El conflicto causó más de 3.000 muertes y unas 6.000 personas resultaron heridas, según el último balance de la ONU, además puso esa parte de Ucrania al borde de una catástrofe humanitaria.
La crisis ucraniana provocó un importante distanciamiento entre Moscú y Occidente. EEUU anunció el viernes pasado nuevas sanciones contra Rusia, que incluyen restricciones financieras a importantes empresas rusas de las industrias petrolera, gasística y militar, así como del sector bancario.
Por su parte, la UE puso en marcha ese mismo día nueva tanda de medidas contra Moscú que limitan su acceso a los mercados de capital, además de afectar al sector petrolero y de defensa.
