El Ejército filipino ha anunciado este viernes que el grueso del contingente de cascos azules filipinos integrado por más de 240 soldados ha abandonado su misión en los Altos de Golán dos semanas antes de lo previsto a causa del aumento de los combates en la zona de Siria que linda con Israel, según ha indicado el teniente coronel Ramon Zagala, portavoz militar filipino.
Los 244 efectivos filipino y el personal de apoyo de la misión viajarán hoy hacia Manila, la capital de Filipinas, en un avión fletado por la ONU. El resto del grupo filipino que forma parte de la Fuerza de la ONU de Observación de la Separación (FNUOS) –que supervisa desde 1974 la frontera entre Siria e Israel en los Altos de Golán– son 85 soldados que dejarán sus puestos el domingo. Así se pondrá fin a cinco años de presencia filipina en la FNUOS.
Zagala ha subrayado que la retirada ya estaba planeada desde hace tiempo y que no tiene nada que ver con las diferencias que ha habido entre los responsables militares filipinos de la FNUOS y los jefes de la misión sobre la resolución de la crisis que se produjo en las últimas semanas por el secuestro de cascos azules de Filipinas y Fiyi por parte del grupo rebelde sirio Frente al Nusra.
"Repatriamos a las tropas por el deterioro de la seguridad (…) La protección de nuestros soldados es de interés nacional", ha afirmado Zagala, y ha subrayado que la ONU ha aprobado la retirada del contingente filipino.
La FNUOS retiró a centenares de miembros de sus filas del lado sirio de la frontera a la parte israelí de los Altos de Golán, territorio sirio que Israel ocupa desde 1967.
"Esta redistribución de todos los cascos azules a la parte israelí de los Altos de Golán y las limitaciones logísticas que conlleva para la FNUOS llevó a la decisión de repatriar al contingente filipino antes de lo previsto", ha señalado Zagala.
No obstante, antes de que los combates se incrementaran en la zona fronteriza entre Siria e Israel, el Gobierno filipino había decidido no renovar la participación de sus tropas en la FNUOS por problemas de seguridad. A esto se suma el hecho de que más de cien soldados filipinos se desplazarán a Liberia para sumarse a la fuerza de la ONU que intervendrá en la crisis del ébola.
