Dos palestinos han muerto y tres han resultado heridos en Gaza al estallar un proyectil que no explotó cuando fue lanzado durante la operación Margen Protector que el Ejército israelí llevó a cabo sobre la franja durante 50 días, según han indicado fuentes médicas.
El fatal incidente se ha producido en el barrio de Shayahia, en el este de la ciudad de Gaza. Tras la estruendosa deflagración, según algunos testigos, las ambulancias se han presentado rápidamente en el lugar de los hechos y los equipos médicos han recogido los cadáveres de dos jóvenes de 23 años y a tres heridos que han sido trasladados al hospital Al Shifa, en el centro de Gaza ciudad.
A mediados de agosto, seis personas murieron en una explosión similar, entre ellos un periodista italiano y el jefe de la unidad de artificieros de Gaza. Diversas ONG han alertado de que las bombas sin explotar representan un enorme peligro, especialmente para los niños, que a menudo juegan entre las ruinas de los edificios y ven los proyectiles como juguetes.
Se calcula que la ofensiva israelí en Gaza, que ha matado a más de 2.150 personas y ha herido a más de 11.000, ha dejado decenas de proyectiles sin estallar que pueden seguir provocando víctimas como las de ayer. Equipos especializados de la policía de Gaza han recorrido diversas zonas en distintas localidades buscando bombas sin estallar y han destruido algunas de ellas, pero muchos proyectiles no los pueden desactivar por falta de equipamiento.
Este grave problema es ya algo habitual en Gaza en los últimos años. Tras las ofensivas israelíes de 2008-2009 y 2012, se produjeron diversos accidentes con bombas que no habían estallado al ser lanzadas. Un informe de la Oficina de la ONU del Alto Comisionado para los Derechos Humanos indicó que 111 civiles, 64 de ellos niños, murieron víctimas de munición sin explotar entre 2009 y 2012.
