Rawda y Sausan han perdido a 29 parientes en el hundimiento de dos barcos que salieron de la ciudad egipcia de Alejandría con rumbo a costas europeas. Las embarcaciones naufragaron la semana pasada, según los pocos supervivientes, fueron embestidas por otros barcos intencionadamente.
En uno de los barcos viajaban unas 500 personas, la mayoría, palestinos de Gaza. Unos -la mayor parte- vivían en la localidad egipcia de Al-Arish, en el Sinaí, desde hace unos años. Otros sobrevivieron a la guerra de este verano, pero ante un futuro desesperado como el que se vislumbra en Gaza, decidieron huir por alguno de los pocos túneles que comunican la franja y Egipto y que no han sido destruidos por los egipcios pagando entre 800 y mil dólares a un contrabandista.
Una vez en Egipto, pasaron a manos de otro traficante que les cobró entre 2.000 y 3.000 dólares por llevarlos hasta Alejandría y embarcarlos rumbo a Italia o Malta. Pero nunca llegaron. De los dos barcos solo han sobrevivido nueve personas que se encuentran en Italia, Grecia y Malta.
"Nuestros primos y sus hijos iban en uno de los barcos. No emigraban por dinero, eran funcionarios de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) y cobraban sus salarios cada mes. Pero vivían en Al-Arish, en el Sinaí, donde cada vez hay más violencia, y no podían aguantar más tiempo", explican a RIA Nóvosti Rawda y Sausan.
Sus familiares, que en Egipto solo tenían residencia temporal, a pesar de que llevaban allí siete años, huyeron de Gaza cuando Hamás tomó el control del territorio en 2007, tras una lucha encarnizada con Al-Fatah, el movimiento del presidente palestino, Mahmud Abás. Varios parientes de Rawda y Sausan eran de Al-Fatah o tenían vínculos con este movimiento y Hamás amenazó con encarcelarlos o ejecutarlos.
En lugar de encontrar una nueva vida mejor toparon con la muerte en el mar. Los países de la zona donde se hundieron los barcos aseguran que la tragedia se produjo en aguas internacionales y se lavan las manos. Nadie asume responsabilidades y Rawda, Sausan y los familiares del resto de personas que viajaban en los barcos y que presumiblemente se han ahogado, no saben todavía ni siquiera qué ocurrió exactamente.
Hoy decenas de familiares de víctimas del naufragio se han manifestado en la ciudad de Gaza ante las oficinas de la ONU y la Cruz Roja Internacional. "Ayudadnos a saber qué ha pasado. Queremos un comité de investigación, queremos saber el destino de nuestros desaparecidos", gritaba un hombre a pleno pulmón por un megáfono en plena protesta.
Muchas personas llevaban fotografías de sus seres queridos que se han ahogado y carteles donde se leían frases como: "Llamamos a Ban-ki Moon a presionar a los Gobiernos para saber qué ha pasado con nuestras familias". Varias personas, con lágrimas en los ojos, gritaban: "¡Por favor, ayúdennos!"
