Al menos 1.300 personas, incluidos 23 niños, han muerto en la provincia ucraniana de Donetsk desde el comienzo de los combates entre las fuerzas de Kiev y las milicias independentistas, informó la víspera la directora del Departamento regional de Sanidad, Elena Petriáeva.
Las hostilidades también han dejado al menos 3.500 heridos, entre ellos 45 menores, agregó la funcionaria, al matizar que esta cifra comprende solo a los que han solicitado asistencia médica en centros de la provincia y que por tanto el número real de los heridos podría ser mayor.
Según el Ayuntamiento de Donetsk, los bombardeos de la ciudad continúan pese a la tregua pactada entre los bandos del conflicto provocando nuevas víctimas mortales entre la población. Así, en un barrio residencial un joven murió recientemente a raíz de heridas por esquirlas.
El viceprimer ministro de la autoproclamada República Popular de Donetsk, Andréi Purguín, declaró el lunes que desde el inicio de las hostilidades en la región de Donetsk han perdido la vida unas 4.000 personas.
Por su parte, el secretario general adjunto de la ONU para los Derechos Humanos, Ivan Simonovic, informó la víspera que el balance actualizado de la organización internacional asciende ya al menos a 3.245 fallecidos en las provincias de Donetsk y Lugansk.
El Gobierno de Kiev lanzó a mediados de abril una operación contra las milicias de ambas regiones orientales que se rebelaron contra las autoridades centrales tras el cambio del poder en febrero pasado.
Kiev y los independentistas del este de Ucrania sostienen negociaciones en Minsk con la mediación de Rusia y la OSCE.
El 5 de septiembre se pactó un armisticio que, según observadores internacionales, se respeta en términos generales, aunque las partes se acusan periódicamente de violar la tregua.
