El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia calificó este lunes de perjudicial e inadmisible intervenir en asuntos de la Federación Internacional de Asociaciones de Fútbol (FIFA) y el Comité Olímpico Internacional (COI), así como boicotear eventos deportivos por motivos político.
"Boicotear los foros deportivos internacionales por razones políticas es injustificado y perjudicial. Los intentos de intervenir en los asuntos de las organizaciones deportivas internacionales (FIFA, COI) también son inadmisibles", resalta Exteriores en una nota emitida con motivo de la resolución "Promoviendo los derechos humanos mediante el deporte y los ideales del movimiento olímpico" adoptada el 25 de septiembre en el marco de la sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.
La adopción del documento es un ejemplo convincente de que el deporte une a la gente y que "no debe ser el instrumento de influencia política en las relaciones internacionales", dice el comunicado.
Los autores de la resolución son más de 130 países-miembros de la ONU, Rusia entre ellos. En el documento se subraya que el deporte es una herramienta muy importante para fomentar los derechos humanos.
Además, la resolución saluda la realización exitosa de los JJOO en Sochi y reconoce la contribución por parte de Rusia para hacer el deporte accesible a la gente discapacitada.
Anteriormente, varios políticos occidentales llamaron a suspender la membresía de Rusia en la FIFA a raíz de su actuación en la crisis de Ucrania y boicotear el Mundial de 2018 que debe celebrarse en territorio ruso. El presidente de la FIFA, Joseph Blatter, manifestó su rechazo a la idea al señalar que el boicot no beneficia a nadie en el deporte.
En 1980, Occidente boicoteó los Juegos Olímpicos de Moscú en respuesta a la invasión soviética en Afganistán. El entonces presidente estadounidense Jimmy Carter prometió anular el pasaporte de cualquier atleta que quisiera participar en los Juegos. Medio centenar de países siguieron el boicot decretado por Carter, por lo que el número de las naciones participantes disminuyó a 80, el número más bajo desde 1956.
Tras el boicot norteamericano, Moscú pidió boicotear los Juegos de Los Ángeles en 1984. Catorce países - los más estrechos aliados de la URSS - avalaron la iniciativa.
