La ministra británica del Interior, Theresa May, prometió nuevas medidas contra la "venenosa ideología" del Estado Islámico (EI) que está radicalizando y empujando hacia la violencia a una minoría de musulmanes nacidos o residentes en Reino Unido.
"No podemos permitir que se predique el extremismo en nuestras calles", resaltó en un duro y muy aplaudido discurso que pronunció este martes en el Congreso del Partido Conservador.
La titular del Home Office, que muchos vaticinan como probable sucesora de David Cameron si los ´tories´ no logran la mayoría parlamentaria en las elecciones del próximo mayo, ha saltado la alarma sobre la posibilidad de que el EI se convierta en un "estado terrorista" con acceso a armamento de destrucción masiva.
"Si consiguen consolidar el control sobre el territorio que ocupan en Siria e Irak, veremos al primer estado realmente terrorista a cinco horas de vuelo de nuestro país", pronosticó la ministra.
De acuerdo con May, la perpetuidad de EI conlleva el "riesgo" añadido de que, con el amparo estatal, "los terroristas adquirirán armas químicas, biológicas e incluso nucleares para atacarnos".
"No debemos rehuir de nuestras responsabilidad", espetó a los delegados reunidos en Birmingham.
El manifiesto electoral ´tory´ incluirá una "estrategia anti-extremista" para luchar en todos los frentes sociales contra los radicales, ya sean neonazis o islamistas intransigentes.
Entre las medidas propuestas se contempla vetar el acceso a la televisión de los "predicadores del odio", siguiendo una iniciativa que fracasó y fue contraproducente en los años ochenta, cuando se aplicó a la rama política del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
May quiere reforzar la legislación antiterrorista y recuperar el proyecto de ley sobre libre acceso policial a Datos de Comunicación - popularmente conocido como la ley del espionaje informático - que "los liberal-demócratas torpedearon con indignante irresponsabilidad hace dos años", según denunció en referencia a los socios del gobierno de coalición.
Las medidas anunciadas hoy fueron inmediatamente criticadas por el sector conservador más dado a defender la libertad de expresión y otros derechos civiles que apuntalan los valores democráticos de Reino Unido.
El diputado y ex ministro del Interior, David Davies, acusó a May de "hacer política desde el terror".
En respuesta, la actual titular señaló que no todos los extremistas son violentos, pero el daño que causan en nuestra sociedad es suficiente razón para actuar.
