Valerie Amos, Secretaria General Adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, ha detallado hoy ante el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas las colosales dimensiones del éxodo sirio ante el avance yihadista y la prolongada guerra civil.
Más de 160.000 personas han entrado en Turquía procedentes de Alepo en las últimas dos semanas. Otras 225.000 podrían cruzar en los próximos días en el paso abierto de Qamishli. Para Amos, será fundamental "garantizar el acceso a la ayuda más básica a unos 4,7 millones de personas a las que ha sido difícil acceder durante muchos meses".
Amos, que comentó que los 1.000 millones de dólares prometidos en ayuda humanitaria son bienvenidos pero no suficientes, alertó de que Siria podría encontrarse a las puertas de una catástrofe humanitaria.
La cifra total de sirios que ha huido a Turquía desde que comenzó la guerra se aproxima ya al millón, y podría dispararse en los próximos meses. "Los intensos combates y el desplazamiento continuo de los frentes dificultan y hacen peligrosa la entrega de ayuda, y las partes implicadas en el conflicto siguen obstaculizando el acceso requerido por las organizaciones humanitarias", dijo.
Entretanto, el Parlamento turco está considerando la posibilidad de realizar incursiones en territorio Sirio e Iraquí ante el imparable avance del EI cerca de su frontera.
"Hemos preparado un documento que comprime todos los riesgos y las medidas posibles", ha explicado a la prensa el primer ministro turco, Bülent Arinc, sin concretar más detalles.
Temerosa de que las acciones militares pudieran debilitar su posición frente a los separatistas kurdos, el gobierno turco ha mantenido hasta ahora una actitud de cautela que los últimos y agresivos movimientos del yihadismo podrían haber decantado en favor de una posición más activa, incluyendo la posibilidad de que tropas extranjeras utilicen el territorio nacional como base de operaciones.
