Unas 12.000 personas figuran como víctimas en el expediente que el Comité de Investigación de Rusia (CIR) abrió a raíz del conflicto en el este de Ucrania, declaró el portavoz de la entidad, Vladímir Markin.
Según Markin, los refugiados que abandonaron masivamente la zona de enfrentamientos militares y encontraron ayuda en Rusia, informan directamente sobre los delitos y aportan pruebas.
“Más de 60.000 personas fueron interrogadas en el marco de la investigación oficial, una cifra sin precedentes”, aseguró, añadiendo que de ellas 12.000 fueron reconocidas como víctimas.
El funcionario destacó que muchos afectados aportaron al CIR diferentes pruebas, tales como muestras de suelo y material genético. Los análisis meticulosos llevados a cabo en Rusia corroboraron las denuncias de las víctimas y de los testigos.
"Y ahora una pregunta para la Fiscalía de Ucrania: ¿qué le impidió y le impide, en lugar de denunciar histéricamente la 'injerencia' en asuntos de una república soberana, realizar su propia investigación de las matanzas de civiles y defender a los habitantes de Donbás que no son culpables de nada?", cuestionó Markin.
El representante del CIR destacó que la actividad del organismo "corresponde no solo a las exigencias de las leyes rusas, sino además a las normas del derecho internacional".
En particular, la entidad rusa dispone de pruebas de que la Guardia Nacional y el Pravy Sektor están implicados en la masacre de personas, cuyos cuerpos fueron encontrados en la fosa común cerca de Donetsk, según Markin.
"El Comité de Investigaciones posee pruebas irrefutables que incluyen los testimonios y análisis correspondientes, que indican directamente que los combatientes de la Guardia Nacional y Pravy Sektor perpetraron ese crimen", dijo.
Por otra parte, el representante del Ministerio del Interior de Ucrania, Alexandr Vakúlenko, informó este miércoles que más de 1.000 cadáveres no identificados han sido registrados por este organismo oficial tras los enfrentamientos en el este del país.
Unos 200 cuerpos ya fueron identificados, mientras la policía crea grupos especiales de investigación que se ocuparán de recoger denuncias de desapariciones, secuestros y retención de personas, así como de los análisis genéticos.
El lunes, el CIR abrió un expediente penal por genocidio de rusoparlantes en Donbás.
Los jueces determinaron que "las matanzas de rusoparlantes se perpetraban con el uso de lanzacohetes múltiples Grad y Uragán, misiles aéreos no guiados con ojivas de racimo, misiles tácticos Tochka-U y otras armas ofensivas pesadas no discriminatorias".
"Como resultado de estas acciones han muerto al menos 2.500 personas", denunció el organismo.
