Kiev impide el tránsito de las cargas destinadas al contingente ruso de paz que se encuentra en la autoproclamada República de Transnistria, declaró a Nóvosti su presidente, Evgueni Shevchuk.
"El tránsito de equipamiento para cascos azules a través de Ucrania ahora está bloqueado", dijo Shevchuk al contestar a la pregunta sobre si Kiev obstaculiza el mismo.
Agregó que eso preocupa a las autoridades de la República, ya que para que los cascos azules rusos realicen sus tareas, "se necesita un equipamiento apropiado, uniformes, etc., que permitan cumplir las tareas previstas por acuerdo internacional".
"Espero que Ucrania y todos los participantes del formato 5+2 en el marco del cual se desarrolla la discusión, entiendan que es necesario crear las condiciones para que todos los participantes de la operación pacificadora cumplan sus funciones", precisó.
Añadió además que , "el bloqueo de la operación podría representar un peligro en contexto de un conflicto político no resuelto".
Este año, la misión pacificadora en Transnistria cumple 22 años. En el territorio de la República se encuentran 402 militares rusos, 492 militares republicanos, 355 moldavos y diez observadores ucranianos.
Transnistria, donde los rusos y los ucranianos constituyen el 60% de la población, luchó por separarse de Moldavia ya antes del desmoronamiento de la Unión Soviética, ante temores de que la propagación del nacionalismo empujara a los moldavos a unirse a Rumanía.
Chisinau perdió el control sobre los territorios al este del río Dniéster en 1992, tras un intento frustrado de resolver el problema a la fuerza.
La estabilidad en la zona del conflicto corre a cargo de un contingente especial que garantiza la paz. Tiráspol, la capital del estado no reconocido, lucha por el reconocimiento internacional. Moldavia por su parte le propone autonomía.
En las conversaciones sobre el arreglo en el territorio de Transnistria en el formato 5 + 2 participan Moldavia y Transnistria como partes del conflicto, Rusia, Ucrania y la OSCE en calidad de mediadores, mientras que la UE y EEUU cumplen el papel de observadores.
