El presidente de México, Enrique Peña, se comprometió este lunes a encontrar y castigar a los responsables de los ataques "indignantes, dolorosos e inaceptables" contra estudiantes, perpetrados en la ciudad de Iguala, del conflictivo estado de Guerrero, que hace una semana causaron seis muertos, unos 20 heridos, y 43 desaparecidos.
"En el estado de derecho no cabe el más mínimo resquicio para la impunidad", dijo el mandatario en un discurso a la Nación, luego de que el domingo por la noche fueron encontradas seis fosas clandestinas con 28 cuerpos calcinados, que los familiares y defensores humanitarios temen que correspondan a los estudiantes desaparecidos en la ciudad de Iguala (200 km al este de la Ciudad de México).
Peña dijo que estaba "profundamente indignado y consternado ante la información que ha venido dándose" en este tema, que no describió; y ordenó acciones que permitan "el debido esclarecimiento de los hechos, encontrar a los responsables y aplicar de manera estricta la ley a estos hechos".
El presidente instruyó al Gabinete de Seguridad del gobierno de México a trabaja para "conocer la verdad y hacer que se aplique la ley" en el caso de Iguala, Guerrero.
"Lamento de manera muy particular la violencia que se ha dado. Que sean jóvenes estudiantes afectados y violentados en sus derechos", dijo Peña.
El mandatario dijo que la sociedad y los familiares de los jóvenes desaparecidos, aspirantes a maestros rurales, demandan "con toda razón, el esclarecimiento de los hechos y que se haga justicia".
En su cuenta de Twitter el mandatario escribió: "Como toda la sociedad mexicana, me encuentro indignado y consternado ante esta situación, y les aseguro que no habrá impunidad".
La Fiscalía General del Estado de Guerrero anunció la noche del domingo acerca del funesto hallazgo de 28 cadáveres calcinados, cerca de Iguala a 200 kilómetros de Ciudad de México.
Los restos, sin identificar hasta ahora, podrían ser de los 43 jóvenes estudiantes desaparecidos la semana pasada, una conclusión extraída luego de que algunos detenidos llevaran a las autoridades al lugar.
Los estudiantes dijeron en el lugar de los hechos que en la masacre habían participado policías municipales y sicarios del narcotráfico, muy activos en la zona montañosa del Estado de Guerrero.
"Los restos fueron colocados sobre ramas y troncos a los que se roció un combustible y prendió fuego", dijo el Procurador General del Estado de Guerrero (fiscal estatal), pero la identificación de las víctimas tardará entre 15 días y dos meses, advirtió.
