Thomas Eric Duncan, el hombre que llegó a EEUU procedente de Liberia y fue ingresado días después a consecuencia del ébola, ha fallecido en el hospital de Texas donde recibía cuidados intensivos.
En un comunicado, el Texas Health Presbyterian Hospital informaba, "con profunda tristeza, de la muerte del señor Duncan esta mañana a las 07:51 a.m. El señor Duncan había contraído una enfermedad muy seria, el ébola, y peleó con coraje. Nuestros profesionales, los médicos y enfermeros de la unidad, así como toda la comunidad del Hospital, lamenta su muerte y se une a las condolencias a su familia en este momento tan duro".
Varios miembros del círculo del fallecido, incluidos familiares y amigos, así como cinco niños en edad escolar con los que mantuvo contacto cuando ya mostraba síntomas de la enfermedad, están recluidos en sus casas y son monitoreados a diario. De momento ninguno ha presentado síntomas. El periodo de incubación del ébola puede durar hasta tres semanas.
Duncan, de cuarenta y dos años, había llegado a EEUU procedente de Liberia el 20 de septiembre; mostró los primeros síntomas el 24; dos días después, el 26, acudió al hospital, donde tras ser evaluado lo enviaron de vuelta a su casa; tras sufrir un deterioro en su salud regresó al hospital el 28, donde fue aislado, y el 30 de septiembre diversas las pruebas de laboratorio confirmaban la presencia del virus del ébola en su organismo.
Ante los rumores de que podría haber mentido a las autoridades sanitarias y de aduanas, ocultando que había estado en contacto con enfermos del ébola, tanto el gobierno de Nigeria como el Estado de Texas barajaban la posibilidad de querellarse.
La reportera Nimar Elgabir ha explicado en la cadena de televisión CNN que Duncan habría tratado de ayudar a una mujer embarazada en Liberia que se desplomó súbitamente. La joven había muerto a causa del ébola, pero no había mostrado ningún síntoma. De hecho transcurrieron varios días hasta que alguien sospechó de la enfermedad, y para entonces es posible que Duncan estuviera ya en EEUU.
Menos de un mes después ni los antibióticos ni los anticuerpos que ha recibido detuvieron el avance de un virus cuya mortandad, según los últimos estudios, rozaría el 70% en la presente cepa.
