El primer ministro de Yemen, Ahmed Awad ben Mubarak, designado el martes pasado, presentó este jueves su dimisión, informan medios locales.
El presidente yemení, Abdo Rabu Mansur alHadi, aceptó el cese de Ahmed Awad ben Mubarak, que debía encargarse de formar el nuevo gobierno.
Ahmed Awad ben Mubarak dijo haber dimitido para "preservar la unidad nacional y proteger al país de la escisión", según los medios.
Su candidatura fue rechazada por los rebeldes chiítas, conocidos como hutíes, que controlan Saná desde el pasado 21 de septiembre.
Con anterioridad, un portavoz del buró político del movimiento Ansar Alá dijo a Novosti que los hutíes no se retirarán de la capital yemení hasta hasta que sea formado un nuevo gobierno, capaz de garantizar la seguridad.
Los medios también informan que los rebeldes aceptaron desconvocar las manifestaciones que habían previsto para el jueves en rechazo a la candidatura de Ahmed Awad ben Mubarak.
El nombramiento de ben Mubarak debía responder al acuerdo de paz entre Saná y los rebeldes, que establecía el nombramiento de un primer ministro de consenso y de un Ejecutivo que incluya a ministros hutíes.
Sin embargo, los insurgentes consideran que ben Mubarak refleja "intereses extranjeros".
El movimiento Ansar Alá, que actúa en Yemen desde el año 1994, controla vastos territorios en el norte del país y se apoderó de varios edificios gubernamentales de Saná.
Los rebeldes dicen que su objetivo es ampliar los derechos de los chiitas en ese país de mayoría sunita.
Las autoridades yemeníes en reiteradas ocasiones intentaron involucvrar a los rebeldes chiitas en el diálogo político nacional.
