Más de 172.000 kurdos de la parte siria se vieron obligados a abandonar sus hogares en la ciudad siria de Kobani y a escapar a Turquía a raíz de la intensificación de la actividad del grupo el Estado Islámico, declaró este viernes el portavoz de la Agencia de la ONU para los Refugiados, Adrian Edwards.
"Más de 172.000 kurdos sirios se dirigieron al territorio de Turquía a causa de los combates en Kobani. Crece el número de aquellos que se proponen seguir su viaje, dirigiéndose al Kurdistán iraquí o regresando a Siria", dijo Edwards.
Agregó que cada día llegan alrededor de 150 o 200 sirios a centros para refugiados en la provincia iraquí de Duhok, cifra que podría aumentar en un futuro próximo.
Edwards indicó que la mayoría de los refugiados se enfrentaron con varios problemas durante la mudanza.
Muchos tuvieron que pagar 250 dólares a contrabandistas por atravesar la frontera iraquí.
Según los datos del Consejo de Derechos Humanos de la ONU, un total de 16.000 kurdos regresaron a Siria tras abandonar Irak.
Desde hace tres semanas la ciudad siria fronteriza de Kobani se encuentra bajo el asedio de los islamistas del Estado Islámico (EI), si bien han empezado a perder el control de varios barrios debido a los ataques aéreos de la coalición internacional, encabezada por EEUU.
El Estado Islámico, conocido anteriormente como Estado Islámico de Irak y el Levante, centraba sus operaciones en Siria pero en junio pasado atacó los territorios del norte y el oeste de Irak, donde se le unieron extremistas suníes, exmilitares del ejército de Sadam Husein y pequeños grupos terroristas.
Ese mismo mes, proclamó un "califato" que se extiende desde Alepo, en el norte de Siria, hasta la provincia de Diyala, en el este de Irak.
