La crisis ucraniana agitó seriamente la situación internacional y su repercusión se sentirá durante largo tiempo, declaró el ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov.
"La crisis ucraniana ha agitado seriamente la situación internacional y su influencia se percibirá durante bastante largo tiempo. Hoy no es fácil predecir cómo se desarrollarán los acontecimientos en el mundo, pero podemos estar seguros de que el futuro ofrecerá muchas sorpresas", expresó Lavrov en una entrevista a la revista MGIMO Journal.
Destacó que la crisis ucraniana no es la "manifestación de nuevas tendencias, sino la culminación de la política que los socios occidentales realizaban muchos años respecto a Rusia".
"La costumbre de no percibir a los rusos como suyos apareció en Europa occidental hace mucho tiempo, y esto a pesar de que durante como mínimo tres siglos Rusia es parte integrante de la cultura y la política europea", subrayó Lavrov.
La crisis ucraniana, que se intensificó en abril con el inicio de la operación especial de Kiev contra las milicias independentistas en las regiones del este, derivó en un conflicto armado que hasta el 6 de octubre arrojó un balance de más de 3.682 civiles muertos y más de 8.871 heridos, según los datos de la ONU.
El 5 de septiembre, Kiev y los independentistas pactaron un alto el fuego y dos semanas más tarde, el día 19, firmaron en Minsk, en una reunión del Grupo de Contacto para Ucrania, un memorando de nueve puntos para garantizar la observancia del armisticio.
Aunque los bandos se acusan con frecuencia de violar la tregua, los observadores internacionales afirman que se respeta en general.
