Líderes de centenares de organizaciones ciudadanas exigieron este miércoles más espacios a los gobiernos para la acción de los movimientos sociales y organismos no gubernamentales plurales, en el marco del XII Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil.
"Los gobiernos deben dar más espacio, en el marco de una reglamentación precisa, a la participación de la sociedad civil en el diseño, ejecución, y evaluación de políticas públicas", reclaman los llamados organismos del tercer sector de la economía social, en las conclusiones del encuentro de tres días celebrado en la ciudad colonial de Puebla, 80 km al este de la Ciudad de México.
Las organizaciones civiles que se han venido reuniendo en un marco de pluralismo y tolerancia desde principios de los años 90, en paralelo a las Cumbres Iberoamericanas de presidentes y jefes de Estado, exigieron que "los gobiernos deben apoyar con más recursos financieros al sector de las organizaciones de la sociedad civil".
El propósito supremo planteado por los organismos ciudadanos es que la sociedad civil y sus gobiernos deben "construir juntos el Estado, que es una responsabilidad compartida", sin subordinación pero también sin carencia de compromisos ciudadanos.
Las organizaciones civiles que actúan "con responsabilidad social, trabajan en la base de la pirámide social, logran un alto impacto social", apuntaron los líderes sociales, con vistas a acordar un agenda social hacia la cumbre Iberoamericana de diciembre próximo en Veracruz, México.
Los dirigentes ciudadanos y de iniciativas privadas diversas se plantearon los restos de su profesionalización, de medir su impacto social, de ser parte de una cultura institucional, de actuar en el espacio público y globalizarse en redes regionales y mundiales, para de manera directa "influir en las decisiones de los organismos multilaterales".
El evento de tres días fue inaugurado el lunes por el presidente Enrique Peña, quien tendió un puente hacia los organismos civiles y humanitarios -entre los cuales predominan sus críticos-, con una defensa enfática del respeto y promoción de los Derechos Humanos.
"La sociedad participa con decisión en los esfuerzos públicos para alcanzar un México en paz", dijo el Presidente con su mano abierta al movimiento en el que destacan defensores de los derechos humanos, incluidos algunos que han sufrido acoso o desdén de las autoridades.
"En México, los derechos humanos son la piedra angular de nuestro orden constitucional, y deben serlo, también, de nuestra realidad cotidiana", planteó el mandatario, haciendo suyo un reclamo de la sociedad civil en un momento crítico de su gobierno.
Hace apenas dos meses, la agenda de Peña era dominada por sus logros en históricas reformas a la Constitución, demoradas por décadas, como la reforma que abre el sector energético a la inversión privada por primera vez en 76 años; pero ahora encara la peor crisis de violencia e inseguridad en su mandato de seis años, iniciado en diciembre de 2012.
El movimiento Iberoamericano de la Sociedad Civil surgió en 1992 en Cáceres, España, en el marco de las cumbres Iberoamericanas que tuvieron su primera sede en Guadalajara, México en 1991; y el encuentro de Puebla se realiza con vistas a llevar la voz de los organismos no gubernamentales a la próxima cumbre que se celebrará en Veracruz, en diciembre de este año 2014.
Más de 27.700 organizaciones de la sociedad civil están inscritas en un Registro Federal y el gobierno las ha apoyado en 2013 con unos 5.400 millones de pesos (casi 400 millones de dólares).
