El Ministerio de Exteriores ruso condena las manifestaciones de neonazis que tuvieron lugar el martes en Ucrania, calificándolas de violación de las normas fundamentales del derecho internacional.
"Esta reunión neonazi es un ataque a la concordia racial y étnica,(…) por eso consideramos que viola las normas y principios fundamentales del derecho internacional", declaró el encargado de Derechos Humanos de la Cancillería rusa, Konstantín Dolgov, citado en un comunicado.
Moscú reiteró su rechazo al incremento de las tendencias neonazis en Europa, sobre todo en Ucrania y los países bálticos, y llamó a organizaciones como la ONU, la OSCE y el Consejo Europeo a ejercer su influencia sobre Kiev.
Dolgov destacó la importancia de aunar esfuerzos en la comunidad internacional, incluyendo las fuerzas políticas en Ucrania, para oponerse al enaltecimiento del nazismo y combatir el racismo y la xenofobia, entre otros problemas.
Agregó que Rusia hará todo lo posible para conseguir este objetivo.
El 14 de octubre, varias ciudades ucranianas fueron escenario de marchas neonazis relacionadas con el aniversario de la creación del "Ejército Insurgente de Ucrania", más conocido por las siglas UPA.
El movimiento, creado en 1942, formaba parte de la organización de nacionalistas ucranianos que buscaban la independencia de la URSS y combatían contra el Ejército soviético.
