El hallazgo de seis nuevas fosas clandestinas, en un cerro cerca de la ciudad de Iguala, fue denunciada por la organización rural Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), el montañoso estado del sur de México con costas en el Pacífico.
Cuatro de las nuevas fosas encontradas por los campesinos contienen un número indeterminado de restos humanos y otras dos tumbas clandestinas se encontraban vacías, anunció Crisóforo Díaz, líder de la organización popular.
"Encontramos seis fosas, cuatro tapadas y dos para uso reciente, es decir nuevas, apenas las iban a utilizar", dijo el dirigente rural en una declaración difundida en su portal de internet por el semanario político de circulación nacional Proceso.
La Procuraduría General de la República (PGR) no ha intervenido, ni ha hecho reporte ni comentario alguno.
El Senado de México recibió la tarde del miércoles una solicitud para suprimir los poderes del gobernador en Guerrero, iniciar un proceso de pacificación en ese estado del sur del país, y encontrar a los 43 estudiantes desaparecidos, cuyo secuestro ha conmocionado al país.
La petición fue hecha por parte del grupo parlamentario conservador del Partido Acción Nacional (PAN).
Ese partido, segunda fuerza en el Congreso, exigió además establecer la identidad de decenas de personas, cuyos cuerpos encontrados a principios de este mes no corresponden a los estudiantes desaparecidos en Iguala. Los restos de al menos 28 personas fueron encontrados en las primeras fosas clandestinas, el 5 de octubre.
"Los lamentables hechos ocurridos en Iguala, Guerrero, son un momento de prueba para las instituciones y la sociedad mexicana en su conjunto", dijo el miércoles el presidente Enrique Peña, quien ha prometido que no habrá impunidad.
Por este flagrante caso de violación de los derechos humanos, México ha recibido presiones por parte de organismos internacionales como la ONU, la OEA, la Unión Europea, Amnistía Internacional y decenas de organismos humanitarios y de la sociedad civil mexicana para encontrar a los culpables y castigarlos.
Este hallazgo se suma a una docena localizados en los alrededores de Iguala, Guerrero, por las autoridades que buscan a 43 estudiantes secuestrados desde el 26 de septiembre, donde alumnos de una escuela rural de maestros fueron atacados por policías y narcos aliados, con un saldo de 6 muertos y 20 heridos.
