El líder del cártel mexicano de drogas Guerreros Unidos, acusado del secuestro de 43 estudiantes, cometido en complicidad con autoridades hace tres semanas -en la ciudad de Iguala, estado de Guerrero, sur de México-, fue arrestado el viernes, informó el Procurador General de México, Jesús Murillo.
Sidronio Casarrubias fue capturado en el Estado de México, que colinda con la capital mexicana, en una operación basada en información de espionaje, dijo el alto responsable mexicano.
Con esa detención, suman 36 policías municipales detenidos y 17 mafiosos del cártel de los Guerreros Unidos atrapados, dijo el Procurador. Los policías municipales que atacaron a los estudiantes estaban bajo el mando de José Luis Abarca, alcalde de Iguala, a 200 km al oeste de la capital.
El grupo Guerreros Unidos es un fragmento de lo que fue el gran cártel de los hermanos Beltrán Leyva, que ahora batalla por seguir operando en Guerrero, un estado mexicano montañosos con costas en el Pacífico y puertos turísticos como Acapulco, dijo a la agencia Nóvosti el experto en temas de narcotráfico José Reveles.
Ese cártel comandado por un clan de hermanos nacidos en Sinaloa, en el noroeste del país, fue adversario de la mafia comandada por el célebre narcotraficante Joaquín El Chapo Guzmán -recién recapturado este año 2014-, quien ha sufrido varios golpes a su mando desde 2009.
La más reciente baja del cartel de los hermanos Beltrán Leyva, la encajó apenas cinco días después de los ataque de policías de Iguala, bajo el mando de narcotraficantes, contra unos 80 estudiantes de una escuela de maestros rurales hace tres semanas, que se saldaron con seis muertos, 20 heridos y 43 desaparecidos.
José Reveles, autor de diversos libros sobre las mafias organizadas en México, dijo a esta agencia que, con la captura de Héctor Beltrán Leyva, apodado El H, "lo que se acaba es el nombre de la marca. La organización pierde el apellido, pero está muy dispersa y se ha pulverizado".
"En este momento sus derivaciones del cartel Beltrán Leyva, otros carteles están peleando ferozmente en el estado de Guerrero: Los Guerreros Unidos están luchando en contra del cartel de Los Rojos. También está un grupo narcotraficante que se llama la CIA, el Cártel Independiente de Acapulco; y otro se llama La Barredora, que es muy violento. Su nombre lo indica", explicó Reveles.
"Están, además, Los Pelones en la Costa Chica de Guerrero (Pacífico). Son grupos que se han subdividido de la matriz del clan Beltrán Leyba y siguen operando", explicó el experto.
El jueves pasado, otro líder de los Guerreros Unidos, Benjamín Mondragón, se suicidó cuando fue cercado por agentes en su domicilio para ser arrestado, en la ciudad de Cuernavaca (80 km al sur de la capital).
En ese marco, continuaron las protestas para exigir que sean encontrados los aspirantes a maestros desaparecidos.
La marcha más importante se desarrolló -sin incidentes- en el puerto de Acapulco, frente al Pacífico, donde miles de personas salieron el viernes a las protestas, bajo la consigna "Vivos, se los llevaron, vivos, los queremos".
Sin embargo, el sacerdote Alejandro Solalinde, Premio Nacional de Derechos Humanos de México 2012, dijo el jueves a Nóvosti que a los 43 estudiantes secuestrados por policías y narcotraficantes en Guerrero "los mataron", y a algunos "los quemaron vivos", con base en testimonios de testigos.
"Estaban heridos, y así como estaban heridos, los quemaron vivos, les pusieron diesel. Eso se va a saber, dicen que hasta les pusieron madera, algunos de ellos estaban vivos, otros muertos", dijo el sacerdote, de 69 años, quien dirige un albergue para migrantes ilegales en el estado de Oaxaca, que colinda con Guerrero.
La respuesta del procurador Jesús Murillo fue convocar al sacerdote a declarar ante la fiscalía. El sacerdote dijo que aceptaba la invitación a colaborar con la Procuraduría, pero advirtió "los testigos temen por su vida".
"Los mataron, -dijo Solalinde a Nóvosti- . Escuché al gobernador (de Guerrero, Ángel Aguirre) decir que tenía esperanza de que estuvieran con vida. ¡Qué hipócrita! Él sabe perfectamente que los mataron y sabe cómo los mataron", sentenció.
Por los ataques y la desaparición de estudiantes, México ha recibido reclamos de parte de organismos internacionales como la ONU, la OEA, la Unión Europea, Amnistía Internacional y decenas de organismos humanitarios y de la sociedad civil mexicana para encontrar a los culpables y castigarlos.
El presidente Enrique Peña, ha prometido que esta vez no habrá impunidad.
