Los movimientos neonazis cuentan con la complicidad de las autoridades de Ucrania, hecho que resulta intolerable, declaró este lunes el ministro de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
"Las autoridades permiten que esos alborotadores marchen bajo lemas y banderas neonazis y hasta nacionalistas, que promuevan una ideología que ha sido reconocida como criminal. Un ejemplo de ello es el hecho de haber declarado el 14 de octubre como Día del Defensor de la Patria, cuando en realidad ese día se creó el Ejército Insurgente Ucraniano", subrayó Lavrov.
El Ejército Insurgente Ucraniano (UPA por sus siglas en ruso) apoyó a los nazis durante la II Guerra Mundial y se destacó por perpetrar masacres contra judíos y otras minorías étnicas y religiosas en territorios ocupados por los alemanes.
El canciller ruso afirmó que Moscú no piensa limitarse a expresar su preocupación por lo sucedido.
"Llevamos muchos meses intentando que la ONU, la OSCE y el Consejo de Europa reaccionen. Todas las organizaciones indicadas fueron creadas después de la victoria contra el nazismo en la II Guerra Mundial", agregó el jefe de la diplomacia rusa.
Lavrov afirmó que Moscú, además de llamar la atención de la comunidad internacional ante la confabulación del Gobierno de Kiev y las fuerzas neonazis de Ucrania, trabaja activamente al respecto con organizaciones intergubernamentales y sociales.
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El pasado 14 de octubre en varias ciudades de Ucrania se realizaron desfiles en memoria de la creación del UPA. Esta organización militar creada por nacionalistas ucranianos en 1942 para apoyar las tropas nazis pretendía lograr la independencia de Ucrania, por lo cual al principio luchó contra el Ejército Soviético y más tarde también contra los hitlerianos.
Después de la victoria sobre Alemania los activistas del UPA se trasladaron a países de Europa, EEUU y América Latina y continuaron luchando contra la Unión Soviética.
El intento de glorificar a algunos líderes del Ejército Insurgente ucraniano, entre ellos Stepán Bandera y Román Shujévich, y el propio UPA provoca la crítica de los veteranos de la II Guerra Mundial que habitan en Ucrania. Muchos políticos acusan a Bandera de haber colaborado con los nazis.
