Tras la muerte de su presidente, Christophe de Margerie, la petrolera francesa Total no cambiará su estrategia para Rusia en un futuro inmediato, aunque más adelante podría revisar la participación en proyectos rusos, coinciden expertos consultados por Nóvosti.
"Espero que (la política de Total) no cambie a corto plazo", expresa Alexandr Konoválov, presidente del Instituto de Valoraciones Estratégicas, al argumentar que la petrolera francesa es una "empresa grande y no es fácil cambiar su política".
Al mismo tiempo, admite que la personalidad del directivo influye en la estrategia de una compañía de estas características. En este sentido, recuerda, De Margerie ha sido un gran amigo de Rusia.
"Era de los pocos que se oponían al aislamiento de Rusia y defendían su integración en la economía global", destaca el experto.
A su vez, Mijaíl Krutijin, de la consultora RusEnergy, se muestra más escéptico y considera que la muerte de De Margerie podría afectar tanto los proyectos rusos de Total como al conjunto de la inversión extranjera en Rusia.
"Era un entusiasta de Rusia, a pesar de los resultados negativos que Total ha obtenido en el país", explica.
La junta directiva de la petrolera decidirá la línea de trabajo en Rusia teniendo en cuenta los intereses de sus accionistas.
"Si la balanza se inclina hacia las pérdidas, lo más probable es que la empresa se marche del país", augura Krutijin.
Christophe de Margerie, de 63 años, murió la noche del lunes cuando el avión ejecutivo Falcón 50 en el que viajaba se estrelló al colisionar con una quitanieves momentos antes de despegar rumbo a París desde el aeropuerto moscovita de Vnúkovo.
Además del empresario francés, en el siniestro murieron otras tres personas.
Según el Comité de Investigaciones de Rusia, el accidente pudo deberse a un error de los controladores aéreos y a la actuación del conductor de la máquina quitanieves.
