Kiev insiste en ampliar la presencia de observadores de la OSCE a todo el tramo de la frontera con Rusia que no controlan los guardias fronterizos ucranianos, declaró hoy el portavoz de la Cancillería de Ucrania, Evgueni Perebiynis.
Una parte de la frontera ruso-ucraniana está bajo control de las milicias de las autoproclamadas Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk.
El mandato de la misión de la OSCE para estar en dos puestos de control rusos, "Donetsk" y "Gúkovo", expira el 23 de octubre. Anteriormente, Rusia expresó su consentimiento para prorrogar este mandato por tres meses pero rechazó la propuesta de ampliar la actividad de la misión.
Según Perebiynis, la presencia de observadores de la OSCE sólo en dos puestos de control no permite monitorizar eficazmente la frontera.
"Ucrania insiste en extender la presencia de la OSCE a todo el tramo de la frontera con Rusia que no se controla por la Guardia Fronteriza de Ucrania y en colocar observadores en puestos de control adicionales desde la parte rusa", dijo el portavoz, indicando siete de tales puestos.
A juicio de la parte rusa, la OSCE no dispone de capacidad técnica o humana para realizar una misión de tal envergadura, que además es innecesaria porque Rusia controla totalmente su lado de la frontera.
Los habitantes de las provincias de Donetsk y Lugansk del este de Ucrania, descontentos con el cambio del poder efectuado en Kiev en febrero pasado, convocaron mítines en abril y proclamaron las respectivas repúblicas populares que más tarde anunciaron su soberanía y formaron una unión conocida como Novorrusia.
En respuesta Kiev lanzó contra los independentistas una operación especial a raíz de la cual 3.707 personas murieron y 9.075 resultaron heridas, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) del 15 de octubre.
