La policía israelí está trabajando con el Ministerio de Seguridad Pública para poner fin a los disturbios crónicos que se producen en la parte este de Jerusalén, la zona palestina de la ciudad, ocupada por Israel desde 1967, según ha anunciado un cargo policial.
Jerusalén este es escenario de graves enfrentamientos entre jóvenes palestinos y policías israelíes especialmente desde el asesinato del joven de 16 años Mohamed Abu Jdeir a manos de colonos israelíes el pasado 2 de julio. Los colonos lo secuestraron y lo quemaron vivo tras golpearlo de forma brutal con un objeto contundente.
Los últimos disturbios en la Ciudad Santa se han producido en el barrio palestino de Silwan, donde el número de colonos judíos está creciendo tras la adquisición por parte de algunas familias israelíes de diversas viviendas en el vecindario, muy próximo a la Ciudad Vieja de Jerusalén, también ocupada por Israel.
El anuncio sobre el plan policial para acabar con la violencia se ha producido 24 horas después de que algunos jóvenes lanzaran cócteles Molotov contra algunas de las viviendas donde se han instalado colonos en Silwan y tres semanas después de que el alcalde de Jerusalén, Nir Barkat, acusara al ministro de Seguridad Pública, Yitzhak Aharonovitch, de eludir su responsabilidad de proteger a los residentes de Jerusalén.
Según el portavoz de la policía israelí, Micky Rosenfeld, en los últimos días se han aprobado programas conjuntos del ministerio y la policía. En estos planes se combinan la tecnología, el aumento del uso de la información obtenida a través de los servicios de inteligencia y el despliegue de unidades adicionales para hacer frente a los puntos más conflictivos de la zona palestina.
"Se ha dado el visto bueno a la creación de una nueva unidad policial de respuesta rápida que se ocupará de los disturbios en los barrios árabes, la creación de más puntos de observación de la policía, la instalación de más cámaras de seguridad y más patrullas sobre el terreno", ha indicado Rosenfeld.
