Las autoridades kurdas y especialistas en medicina consideran que las fuerzas del Estado Islámico (EI) usaron un gas tóxico en su ofensiva sobre la parte oriental de la ciudad de Kobani.
Aisa Abdullah, representante de las autoridades kurdas, comunicó a la agencia Associated Press que el ataque de gas ocurrió el martes por la tarde. Mucha gente presentaba síntomas característicos como dolor de cabeza y lágrimas en los ojos, aseguró, pero los médicos que se encuentran en la ciudad no cuentan con aparatos que permitan descubrir de qué tipo de gas se trata.
Anteriormente el Gobierno de Irak comunicó que el EI tomó un local donde se encontraban unos 2.500 motores de cohetes químicos, así como sustancias tóxicas de uso militar.
El embajador del país ante la ONU, Mohamed Al Hakim, en una carta dirigida a la organización internacional subrayó que fueron tomados los almacenes subterráneos donde se guardaba cianuro de sodio, uno de los componentes de un gas venenoso.
Se informó además que esas sustancias que se encontraban en la región iraquí de Al Muthanna, pero ya estaban caducadas y no servían para la producción de un armamento letal.
La planta química de Al Muthanna se utilizó activamente para fabricas gases tóxicos durante la guerra entre Irak e Irán entre 1980 y 1988. Actualmente el lugar se encuentran en manos del EI.
Los combatientes kurdos llevan ya casi un mes defendiendo Kobani. Según los últimos datos, desde el inicio de los enfrentamientos en la localidad han caído unas 650 personas. Casi 200.000 civiles huyeron a Turquía. Casi todas las aldeas de los alrededores fueron tomadas por los extremistas.
A finales de junio de este año el EI proclamó un "califato islámico" que se extiende desde Alepo, en el norte de Siria, hasta la provincia de Diyala, en el este de Irak.
EEUU con el apoyo de sus aliados occidentales y varios países árabes comenzó el 23 de septiembre unos ataques aéreos de las posiciones extremistas en Irak y Siria, donde los bombardeos se realizan sin una autorización oficial del Gobierno.
Washington sigue apoyando la oposición armada siria que combate actualmente contra las fuerzas gubernamentales y contra el EI.
El conflicto armado en Siria comenzó en 2011 y ha costado la vida de 200.000 personas, según datos presentados por la ONU. En el país obran numerosos grupos militarizados que luchan con las fuerzas oficiales y entre ellos.
