Las pruebas forenses practicadas a 28 cuerpos en fosas encontradas cerca de Iguala, estado de Guerrero (sur), las cuales descartaron que pertenecían a 43 aspirantes a maestros rurales desaparecidos, podrían ser erróneas, dijo el miércoles el Procurador General de México, Jesús Murillo.
Las pruebas genéticas de ADN presentadas el 14 de octubre pasado, “pueden tener error en su recopilación, orden u organización. Por eso se pidió la participación de peritos extranjeros”, del Equipo Argentino de Antropología Forense, dijo el Procurador en conferencia de prensa.
“El primer estudio nos determina que no son los cuerpos (de los 43 estudiantes desaparecidos) por las muestras; pero esperamos un peritaje siguiente para poder corroborar o no”, si se trata de los estudiantes secuestrados y desaparecidos hace más de tres semanas, dijo el máximo responsable de la PGR
“Todavía es posible que salga similar (el análisis de los forenses argentinos). Si no, estaríamos obligados a hacer de nuevo todo el procedimiento”, dijo Murillo.
Las primeras pruebas forenses practicadas por forenses mexicanos en 28 cuerpos, descartaron que los restos calcinados en una fosa clandestina correspondían a los estudiantes, y fueron preparadas por la fiscalía del estado de Guerrero.
Además, este miércoles el Procurador elevó a 30, por el hallazgo de dos nuevos cuerpos.
El Procurador Murillo confirmó que una orden a policías municipales de atacar a los estudiantes, la noche del 26 de septiembre y la madrugada siguiente, fue dada por el alcalde prófugo de Iguala, José Luis Abarca, coludido con el grupo narcotraficante Guerreros Unidos.
El Equipo Argentino de Antropología Forense llegó a México a pedido de los familiares y organismos humanitarios.
Esa organización humanitaria fue establecida en 1984 para investigar los casos de al menos 9.000 desaparecidos en Argentina bajo la dictadura militar que gobernó de 1976 a 1983, y ahora investiga masacres en América Latina, Medio Oriente y África.
