Los arqueólogos turcos han recibido por primera vez en 50 años la posibilidad de estudiar las pinturas rupestres ubicadas en la provincia de Hakkari, en el sudeste del país, inaccesibles antes por el conflicto turco-kurdo.
Las pinturas, de unos 10.000 años de antigüedad, se descubrieron en 1960, pero los arqueólogos no podían acceder a Hakkari por las hostilidades que tenían lugar en la zona. Tras el comienzo del arreglo del problema kurdo han podido por fin acometer la investigación.
"Un grupo de arqueólogos visitó esta región por primera vez en 50 años. Las imágenes descubiertas en Hakkari, casi 100, representan a seres humanos, cabras montesas, ciervos y serpientes. Se trata de las muestras más antiguas de pintura rupestre del mundo y tienen mucha importancia para el estudio de la historia de la región", dijo al periódico Hurriyet el director del Centro de Historia y Arqueología de Van supeditado a la Universidad de Estambul, Erkan Konjar.
El historiador estima que los asentamientos humanos en esa zona se remontan a más de 10.000 años.
En octubre de 2012 las autoridades turcas entablaron conversaciones con el líder de la guerrilla kurda, Abdullah Ocalan, que cumple cadena perpetua, sobre el arreglo del conflicto que estalló hace 35 años y ya se ha cobrado más de 40.000 vidas.
Se elaboró una "hoja de ruta" en que las dos partes asumieron compromisos sobre la eliminación de este conflicto duradero.
Varios puntos de la "hoja" se cumplieron, pero después las partes empezaron a culpar la una a la otra de incumplir lo acordado.
