El juez Fernando Andreu ha ordenado el embargo de los bienes de Miguel Blesa, expresidente de Caja Madrid desde 1996 al 2009.
El magistrado ha recordado que ya ha concluido el plazo para que presentara la fianza de 16 millones de euros impuesta hace una semana tras su declaración como imputado por el escándalo de las tarjetas opacas, llevado a cabo mientras él y el exministro y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional, Rodrigo Rato, eran presidentes.
El magistrado Andreu recibirá en 24 horas una relación de bienes y derechos suficientes para cubrir la cuantía fijada en la fianza por responsabilidad civil. En caso de que el expresidente no presente la relación de sus bienes, o incluya propiedades que no son suyas o saca de la lista otros que pueden ser embargables, incurrirá en un delito de desobediencia grave.
Durante esta semana, Blesa intentó evitar el embargo solicitando a Mapfre, la aseguradora con la que el tenía una póliza de responsabilidad civil, que depositara por él la fianza.
En el escándalo del uso de las tarjetas "black" o "opacas" se hizo un uso indebido de los fondos de Caja Madrid, después Bankia, en el que 83 consejeros de la entidad, de diversos partidos y sindicatos y muchos de ellos con salarios millonarios, cargaron hasta 15.5 millones de euros en gastos personales.
Los cargos variaban desde restaurantes, lencería, artículos de lujo, joyas, alcohol o grandes viajes. La entidad tuvo que ser rescatada por los españoles con 23.000 millones de euros.
El otro gran implicado es Rodrigo Rato, presidente de Bankia entre 2010 y 2012, ex ministro de Economía en el Gobierno conservador de José Maria Aznar y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), al que el juez Andreu impuso una fianza civil de tres millones de euros.
Según el magistrado, en ambos expresidentes observó "indicios racionales y bastantes" de que los dos, supuestamente "consintieron, propiciaron y aceptaron" el uso indebido de los fondos de una de las cajas de ahorros más golpeadas por la crisis.
Rato llegó a afirmar en su declaración ante el juez que "las tarjetas existían desde los años 90 y eran para gastos personales de los consejeros". Sin embargo, explica que Bankia no le avisó hasta 2014 de que sus tarjetas "estaban mal contabilizadas".
Por su parte, Blesa aseguró ante el juez que el tema de las tarjetas "siempre fue pacífico en Caja Madrid" y que "nunca planteó problemas en las auditorías".
Rato sí ha depositado los tres millones de euros en la Audiencia Nacional gracias a un aval bancario del Banco de Sabadell, por lo que sus bienes no serán embargados.
