Un juez de Madrid ha impuesto el secreto en las investigaciones que se realizan contra Francisco Nicolás Gómez Iglesias, más conocido como el 'pequeño Nicolás', un joven que logró infiltrarse en las altas esferas del poder político y económico español, incluido en el besamanos de la coronación de Felipe VI, para cobrar comisiones como asesor del Gobierno de Mariano Rajoy.
El caso, que ha dejado con la boca abierta a la sociedad española e inundado de chistes y bromas las redes sociales, se descubrió cuando el propio Rey Juan Carlos recibió una llamada de este joven de 20 años y sin acabar la carrera de Derecho, para proponerle solucionar los problemas con la Justicia de su hija Cristina.
"No acierto a comprender cómo un joven de 20 años, con su mera palabrería pueda acceder a las conferencias, lugares y actos a los que accedió sin alertar a ninguna autoridad", escribe la juez que se encargó del caso de Gómez Iglesias.
Fuentes jurídicas han explicado hoy que el secreto se decretó el pasado martes, después de que el juez dejara el viernes en libertad al 'pequeño Nicolás' con cargos por delitos de estafa y falsedad.
El impostor, que aseguraba ser hijo de un alto cargo o de ser apoderado del rey, se codeó con toda la élite política y económica de España. Se le acusa de vender informes falsos, incluso del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y de ofrecer favores a cambio de grandes sumas de dinero.
Durante cinco años, se fotografió con todos los políticos del Partido Popular, desde José María Aznar (con el que comparte mesa mientras el expresidente ofrece una conferencia), a Rodrigo Rato, ex gerente del Fondo Monetario Internacional, pasando por las dirigentes madrileñas Ana Botella o Esperanza Aguirre, entre otros muchos políticos.
También se autopresentaba como representante de la vicepresidenta del Gobierno Soraya Sáenz de Santamaría.
