Al menos 834.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares por el conflicto en Ucrania, según el Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados.
De ellas, unas 430.000 son refugiados dentro de la propia Ucrania, 387.000 huyeron a Rusia y otras 6.600 pidieron asilo en la UE y Bielorrusia.
Según estimaciones de la ONU el número de desplazados se situó en 170.000 personas sólo en septiembre.
El flujo de refugiados procedentes del sureste de Ucrania aumentó mucho desde junio pasado cuando se intensificaron los combates entre los independentistas de Donbás y el Ejército ucraniano. Hasta el 24 de septiembre, en territorio ruso se registraron unos 390.000 refugiados ucranianos. Más de 200.000 de ellos solicitaron asilo en Rusia.
Los habitantes de las provincias de Donetsk y Lugansk, descontentos con el cambio del poder efectuado en Kiev en febrero pasado, convocaron mítines en abril y proclamaron las respectivas repúblicas populares.
En respuesta Kiev lanzó contra los independentistas una operación especial a raíz de la cual 3.707 personas murieron y 9.075 resultaron heridas, según datos de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU del 15 de octubre.
