Varios expertos extranjeros entrevistados por Nóvosti comparten la opinión de que Europa debe mostrar su voluntad política y presionar a Ucrania para que continúen las conversaciones sobre el gas con Rusia.
"Si Europa no presiona a Ucrania las conversaciones podrían volver a suspenderse", declaró el representante del Instituto Internacional de Investigaciones Estratégicas, Pierre Noel.
El experto opina que "en la estrategia de los ucranianos se notan signos de imprudencia".
"Ellos se dan cuenta de que si pasan frío este invierno o si en Europa sucede una crisis gasista, acusarán a Rusia", mencionó.
Agregó que de ese modo Kiev espera reforzar las posiciones estratégicas en sus relaciones con EEUU y la UE.
"La UE debe oponerse a tal comportamiento que provoca grandes riesgos para la seguridad energética" opinó, "Europa debe regular su ayuda económica (a Ucrania) para volver a las condiciones del contrato de 2009, es la única base de firmes relaciones gasistas entre Rusia y Ucrania", señaló Noel.
El contrato de 2009 preveía que Ucrania podría comprar gas ruso con los precios europeos que en el primer semestre de 2009 alcanzaron los 470 dólares por mil metros cúbicos.
En 2008, Ucrania compraba el gas por 179,5 dólares por mil metros cúbicos.
En el transcurso de las recientes conversaciones, Rusia y Ucrania fijaron el nuevo precio del gas que serán de 385 dólares por mil metros cúbicos.
Sin embargo, el acuerdo al respecto todavía no ha sido firmado.
Noel precisó que si Rusia hace un gran descuento del precio del gas, eso "podrá resolver el problema" lo que es poco probable tomando en cuenta las sanciones impuestas por Occidente y la UE contra Rusia.
"El verdadero problema es que Ucrania es inflexible. Quizá, se trata de un intento de ocultar el hecho de que no pueda pagar ningún precio", recalcó Noel.
Otro experto, representante del Instituto de Investigaciones Energéticas de Oxford, Simón Pirani, cree que la firma del acuerdo sobre suministros de gas a Ucrania depende de la voluntad política de todas las partes.
"La firma del acuerdo no depende de las cuestiones financieras sino de las relaciones políticas de las partes", dijo Pirani.
Añadió que actualmente, los vínculos políticos entre Rusia y Ucrania atraviesan una "muy mala fase".
Las elecciones parlamentarias en Ucrania que se celebraron la semana pasada, reforzaron las posiciones del primer ministro, Arseni Yatseniuk, que ocupa una postura más firme sobre el tema que el presidente Petró Poroshenko.
Yatseniuk se niega categóricamente a importar el gas según los acuerdos de 2009.
Ucrania recibe el gas reexportado desde Europa después de que Moscú suspendiera en junio pasado los envíos directos al país eslavo por una deuda que en aquel momento se estimaba en 4.500 millones de dólares.
En la reunión tripartita del 26 de septiembre pasado, se discutió el denominado Plan de Invierno que contempla el pago por parte de Kiev de los 3.100 millones de dólares adeudados.
Actualmente, en Bruselas se llevan a cabo las conversaciones trilaterales entre Rusia, Ucrania y la Comisión Europea para intentar firmar el acuerdo que reanudaría los suministros de gas a Ucrania.
Moscú insiste en que Kiev presente garantías financieras de que es capaz de pagar por el gas ruso de manera anticipada.
