El presidente español, el conservador Mariano Rajoy, aseguró hoy que el Consejo de Ministros de este viernes impugnará ante el Tribunal Constitucional una "pseudoconsulta” porque no cumple “con las mínimas condiciones democráticas y no tiene ni ley que la ampare ni organismo que vele por su neutralidad”.
Rajoy, en una rueda de prensa conjunta con la presidenta chilena Michelle Bachelet, recordó que, como el referéndum secesionista suspendido también por el alto tribunal hace un mes, el nuevo proceso “plantea una cuestión que afecta al conjunto de los ciudadanos” y esto no se hace, no es normal”, aseguró siguiendo su discurso de este último año frente al desafío soberanista catalán.
La Constitución no permite este tipo de plebiscitos unilaterales porque dicta que la soberanía reside en el pueblo español en su conjunto y no en los pueblos de las regiones.
El Consejo de Estado aprobó hoy por unanimidad un dictamen a favor de impugnar esta iniciativa prevista para el 9 de noviembre, en la que los catalanes deben votar si quieren permanecer en España o no.
Con esta medida los juristas avalan la decisión que tomará hoy el Gobierno de Madrid, arguyendo que la resolución sigue la “coherencia argumental con la anterior decisión” de impugnar la primera convocatoria.
Uno de los miembros del Consejo de Estado, Miguel Rodríguez-Piñero, explicó que el consejo ve continuidad entre los dos procesos ya que la pregunta es la misma.
El presidente catalán Artur Mas se mostró, tras conocer el dictamen del Consejo de Estado, "todo, menos sorprendido” y aseguró que el 9N sigue adelante a la espera de la decisión del Tribunal Constitucional que se reunirá la próxima semana para tomar la decisión final.
Las plataformas ciudadanas independentistas Assemblea Nacional Catalana y Omnium Cultural hicieron un llamamiento esta mañana a la participación masiva.
Carme Forcadell, presidenta de la Assemblea, clamó que “diga lo que diga el Estado, el 9N todo el mundo a las 9 de la mañana delante de su colegio electoral con la papeleta en la mano”.
“Queremos demostrarnos a nosotros y al mundo que somos incansables. Entusiastas e incansables” añadió Muriel Casal, presidenta de Omnium.
A diez días de la convocatoria independentista, las dos asociaciones apuran su movilización al máximo con una maratón de llamadas telefónicas, vía internet, “una llamada, un voto”, un envío masivo de cartas que llegará al 70% de los hogares catalanes con información sobre la consulta y un acto final de campaña para el 7 de noviembre.
“Estamos haciendo una consulta contra la voluntad del Estado español. Los que nos dicen que la consulta no tiene garantías son los mismos que impiden que las tengamos. Cinismo”, denunció Forcadell.
