Las autoridades ucranianas durante mucho tiempo trataron a los rusos como a “personas de segunda categoría”, declaró el líder de Crimea, Serguéi Aksiónov.
“Pero la situación cambió y los rusos demostraron que pueden defender su dignidad, honor y las ideas nacionales”, aseguró.
Según el político, Ucrania no logró convertirse en un hogar para Donetsk, Lugansk y Crimea, pero esta circunstancia acabó teniendo un efecto positivo.
“La región de Crimea retornó a su Patria histórica (Rusia)”, concluyó.
La República de Crimea y la ciudad de Sebastopol se separaron de Ucrania y se incorporaron a Rusia tras celebrar el 16 de marzo un referéndum en el que más del 96% de los votantes avalaron esta opción.