El Ministerio de Defensa de Rusia rechaza las informaciones de la OTAN sobre una presunta incursión de convoyes militares rusos en el territorio de Ucrania, declaró el portavoz del ente, el general Ígor Konashenkov.
“Las ya rutinarias declaraciones desde Bruselas sobre la presunta presencia militar rusa en Ucrania son totalmente infundadas”, declaró Konashenkov este miércoles.
Añadió que Moscú “ya no repara en las palabras —no apoyadas por ninguna prueba— del comandante de las fuerzas de la OTAN en Europa, Philip Breedlove, que asegura que su organización ‘observó’ los presuntos convoyes militares rusos en Ucrania”.
Previamente, Philip Breedlove, declaró que una caravana de vehículos militares rusos ha cruzado la frontera este de Ucrania.
A su vez, el Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania (SNBO) también afirmó haber registrado desplazamientos de tropas y equipos militares rusos.
"Observamos y registramos movimientos de convoys militares rusos con vehículos y efectivos", informó sin precisar dónde se realizan los desplazamientos.
El sábado y el domingo observadores de la OSCE denunciaron que dos columnas de vehículos militares se estaban desplazando hacia el oeste por los territorios controlados por la autoproclamada República Popular de Donetsk (RPD). Sin embargo, el informe de la OSCE no menciona los desplazamientos de las tropas ucranianas.
El vicecomandante de las milicias, Eduard Basurin, indicó a esta agencia que las caravanas pertenecían a la RPD y su movimiento se explica por la intensificación de los ataques de artillería, con lanzaderas múltiples Grad y Uragán, morteros, cañones de obuses y proyectiles, de las tropas ucranianas contra las posiciones de los milicianos y los barrios residenciales.
Por su parte, Moscú ha repetido que no está involucrada en los acontecimientos en el este de Ucrania y está interesada en que el país vecino supere su crisis política y económica.
Ucrania y las milicias de Donbás acordaron con la mediación de Rusia un alto el fuego a partir del 5 de septiembre. El acuerdo preveía, en particular, que en la zona de conflicto trabajarán observadores de la OSCE.
Sin embargo, los bandos en reiteradas ocasiones se han acusado de romper el armisticio.
Tras el golpe de Estado en Ucrania que tuvo lugar en febrero pasado, las regiones de Donetsk y Lugansk se proclamaron repúblicas populares.
En respuesta, Kiev inició el pasado abril una operación militar en esas regiones. La ONU estima que el conflicto causó más de 4.000 muertos, incluidas las 298 personas a bordo del Boeing MH-17 abatido sobre Donbás en julio pasado, y más de 9.300 heridos, según los datos correspondientes al 29 de octubre.
