La Justicia de Brasil deberá decidir este martes sobre el futuro de los 17 detenidos el pasado viernes por su vinculación con la red de corrupción en Petrobras en el contexto de la última fase de la llamada "Operación Lava Jato".
Del total de 23 detenidos, en su mayoría directivos de las nueve empresas investigadas, solamente cinco fueron encarcelados bajo régimen de prisión indefinida en las dependencias de la Policía Federal en la ciudad de Curitiba, mientras que los restantes 17 cumplirán esta medianoche con los 5 días de prisión temporal que establece la ley.
Sin embargo, el hecho de que dos sospechosos continúen fugitivos de la justicia, entre ellos Fernando Baiano, empresario acusado de distribuir el dinero en el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), hace pensar que se optará por decretar una prórroga de otros 5 días de arresto, el máximo autorizado por la ley brasileña.
Por su parte, el exdirector de Servicios de Petrobras y principal detenido en la operación del viernes, Renato Duque, declaró el lunes no tener conocimiento sobre la red de corrupción desarrollada en torno a Petrobras y su abogado anunció que "bajo ningún concepto" el directivo, que se encuentra bajo prisión preventiva, se acogerá al régimen de reducción de penas a cambio de su confesión como ya lo hizo el exdirector de Abastecimiento, Paulo Roberto Costa.
La "Operación Lava Jato" se inició el pasado mes de marzo por la Policía Federal con el objetivo de desmontar la red de desvío de fondos públicos y la vado de dinero en torno a contratos irregulares de empresas con la petrolera semiestatal Petrobras, unos contratos que suman entre las nueve empresas intervenidas un cifra de 59.000 millones de reales (22.648 millones de dólares).
