El prófugo de la justicia brasileña tras las detenciones el pasado viernes en la última fase de llamada "Operación Lava Jato", Fernando Soares o "Baiano", se entregó en la tarde del martes a la Policía Federal de Curitiba.
Señalado como el distribuidor del dinero desviado, a través de contratos ilícitos con Petrobras, entre los miembros del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), principal aliado del Partido de los Trabajadores en el Gobierno, Soares decidió entregarse por consejo de su abogado, Mario de Oliveira Filho.
"Fernando está siendo usado como chivo expiatorio y no tiene absolutamente ninguna relación con el PMDB, ninguna, cero", aclaró el abogado sobre su cliente a la vez que señaló la voluntad de entregarse de su representado desde que su nombre fue publicado en la prensa nacional.
La sospecha de su relación con la red de corrupción en Petrobras se debió al testimonio de Alberto Yousseff, supuesto líder de la organización corrupta, quien declaró ante la Justicia Federal que Soares operó durante años parte de los desvíos que correspondía al PMDB.
Según Yousseff, el empresario hizo de conexión entre la constructora Andrade Gutierrez y la petrolera semiestatal Petrobras, una relación que fue desmentida por el vicepresidente de Brasil y presidente del PMDB, Michel Temer, el pasado viernes cuando se divulgó el mandato de prisión de Soares.
Previamente a su entrega, los abogados de Fernando "Baiano" habían intentado solicitar el indulto o "habeas corpus" en el Tribunal Regional Federal de la 4ª Región (TRF-4) que fue inmediatamente denegado por el mismo.
