El Rayo Vallecano, el club de fútbol del madrileño barrio obrero de Vallecas, centra de todas las miradas de los medios en los últimos días.
El motivo no es ninguna copa ni ningún gran partido. El motivo es mayor, la solidaridad vecinal con una mujer del barrio que acababa de ser desahuciada de su casa, donde vivía desde hace 50 años.
Carmen, de 85 años, se quedaba en la calle tras avalar con su piso el préstamo que su hijo, un parado de larga duración, jamás pudo pagar.
Otra víctima de la crisis económica en España a la que el club decidió ayudar.
"Carmen es vecina del barrio de Vallecas, vivía muy cerca del estadio del Rayo Vallecano, tras conocer la noticia de su desahucio, tanto el capitán del equipo como el entrenador y el club se pusieron de acuerdo para poder ayudar a Carmen y que no se quedase en la calle", explica hoy un portavoz del equipo en declaraciones a Sputnik.
Vídeo @RVMOficial | Paco Jémez: "El Rayo Vallecano va a ayudar a Carmen desahuciada a los 85 años" http://t.co/wtX1uwvPQD
— Rayo Vallecano (@RVMOficial) 22 ноября 2014
En 2013 se produjeron más de 67.000 desalojos de viviendas, la cifra anual más alta desde que comenzó la crisis. Desde julio de 2008 hasta 2012 según la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) el número de desahucios ascendía a los 171.110.
Ni el Gobierno ni los bancos han ofrecido datos oficiales y claros sobre el número total de familias que se han visto en la calle por no poder pagar su hipoteca o sus préstamos.
La mayoría de los afectados son trabajadores que perdieron su empleo a causa de la crisis o personas que no pueden afrontar las cuotas debido a las continuas subidas o las bajadas salariales.
El portavoz del club, humildemente, cuenta a Sputnik que no quieren dar ejemplo, "Decidimos intentar ayudarla en la medida de nuestras posibilidades, pero no para dar ejemplo, simplemente, cada uno sabe lo que tiene que hacer", explica.
El club ni siquiera ha entrado a valorar las decisiones políticas sobre esta cuestión. "Nosotros no valoramos si es justa o no la ley de desalojos; solo hemos visto que hay una señora muy mayor que necesita ayuda porque no tiene donde vivir, no nos metemos a valor las actitudes o decisiones políticas", señala.
Sin embargo, su ejemplo ha servido de mucho. Pocas veces el Ayuntamiento de Madrid ha salido a ayudar a una persona que ha tenido que dar su vivienda por falta de pago, y esta vez lo ha hecho en palabras de la propia alcaldesa, Ana Botella.
La presión mediática, que se desató en halagos hacia el club madrileño, obligó a la alcaldesa Botella, esposa del expresidente José María Aznar, a actuar.
Esta mañana el ayuntamiento de la capital anunciaba que ofrecería una vivienda social a Carmen.
La lucha de la PAH
La PAH lleva años luchando contra el marco legal español, que garantiza que los bancos siempre cobren sus deudas mientras los ciudadanos quedan totalmente desprotegidos.
Miles de voluntarios intentan evitar cada día decenas de desahucios por todo el territorio español. Las victorias ya son muchas pero todavía quedan batallas por ganar.
Intentaron aprobar una norma que permitiese la dación en pago, es decir, la entrega de la vivienda para la cancelación de la deuda hipotecaria.
En 2010 presentaron esta propuesta ante el Congreso pero fue rechazada por los conservadores del PP y los socialistas del PSOE.
Los afectados, además de perder la casa, tienen que seguir pagándola.
En marzo de 2013, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea aseguró que la ley española que regula el procedimiento de ejecución hipotecaria no garantiza a los ciudadanos "una protección suficiente frente a cláusulas abusivas en las hipotecas y vulnera la normativa europea sobre la protección de los consumidores".
Sin embargo, casos como el de Carmen se siguen viendo cada día. "El piso vale mucho más de la deuda que teníamos con Francisco Gómez, el prestamista privado", explicó Luis, el único hijo de Carmen.
Luis pidió un crédito de "unos 30.000 euros" para pagar "escrituras de herencia y plusvalías" tras el fallecimiento de su padre.
"Perdí el trabajo y no pudimos hacer frente a los intereses, que eran del 23%". Tampoco su madre, que "vive con una pensión de poco más de 600 euros al mes".
